Un grupo de científicos de la Universidad de Southampton afirma haber logrado un “éxito pionero” en el desarrollo de medicamentos (tratamiento) para tratar la enfermedad de Alzheimer. En un estudio publicado en la revista Alzheimer´s & Dementia, un equipo de investigadores informó sobre el desarrollo de un nuevo compuesto que, según ellos, es un candidato prometedor en la búsqueda de nuevas terapias para enfermedades neurodegenerativas.
El compuesto, llamado RI-AG03, es un nuevo inhibidor peptídico, una cadena corta de aminoácidos diseñada para bloquear la actividad de proteínas específicas. En modelos de mosca de la fruta y experimentos de laboratorio con células derivadas de humanos, el equipo demostró que el RI-AG03 era eficaz para prevenir la aglomeración dañina de las proteínas tau, que está vinculada a la neurodegeneración en dos “puntos críticos” particulares.
“El fármaco impidió la acumulación de tau en las células humanas y también redujo los síntomas de neurodegeneración y prolongó la esperanza de vida en los organismos vivos”, comentó a Newsweek Anthony Aggidis, autor principal del artículo, de la Universidad de Southampton, en el Reino Unido.
Es importante señalar el carácter preliminar de la investigación, por lo que los resultados del estudio deben tomarse con cautela. Solo una pequeña proporción de los medicamentos que muestran resultados prometedores en las etapas iniciales llega al mercado como terapias.
Aunque las moscas de la fruta ofrecen ventajas significativas en las primeras pruebas debido a su simplicidad y a la capacidad de analizar compuestos rápidamente, traducir estos hallazgos en tratamientos humanos efectivos es un desafío. Las diferencias entre la biología de las moscas y la de los humanos limitan la confiabilidad de algunos resultados cuando se pasa a las fases clínicas.
DETECCIÓN GENÉTICA DE ENFERMEDADES COMPLEJAS
A pesar de ello, los modelos de mosca siguen siendo valiosos para identificar objetivos terapéuticos en forma temprana, en particular para la detección genética de enfermedades complejas como el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas.
Se predice que el costo social global de la demencia (de la cual el alzhéimer es la forma más común) aumentará a 2 billones de dólares para 2030, lo que resalta la necesidad “urgente” de desarrollar tratamientos que modifiquen la enfermedad, según los autores del estudio.
En los últimos años, ha habido un gran interés en las terapias que inhiben la agregación de las proteínas tau. Varios informes preliminares describen el potencial prometedor de numerosas moléculas pequeñas que emplean diferentes mecanismos de acción.
Hasta ahora solo un grupo de estos compuestos, conocidos como derivados del azul de metileno, se ha probado en ensayos clínicos en humanos y no ha demostrado su eficacia.
“Si bien no hay duda de que las moléculas pequeñas emplean diferentes mecanismos para reducir eficazmente la agregación de Tau, su utilidad como agentes terapéuticos es limitada porque su modo de acción es invariablemente no específico, por lo que invariablemente impactan otras proteínas y causan efectos secundarios no deseados”, escribieron los autores del estudio.
Esto resalta la necesidad de desarrollar compuestos que inhiban la agregación de tau de manera más específica, agregaron. Las proteínas tau desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de la estructura y la función de las neuronas o células cerebrales. Pero en la enfermedad de alzhéimer, las proteínas tau funcionan mal y se agrupan.
“Esta acumulación es tóxica para el cerebro y mata las células cerebrales, lo que provoca pérdida de memoria y deterioro del pensamiento. Esto está bien descrito en la literatura y se correlaciona fuertemente con la progresión de la enfermedad”, señaló Aggidis a Newsweek.
TRATAMIENTO PARA EL ALZHÉIMER: UN FÁRMACO QUE ES EFICAZ PARA INHIBIR REGIONES
Todavía hay cierta incertidumbre sobre por qué la proteína tau comienza a plegarse y enredarse incorrectamente en el alzhéimer y si la acción específica sobre estas proteínas podría ser eficaz en el tratamiento de la enfermedad. A pesar de ello, la evidencia sugiere que hay dos “puntos calientes” específicos donde tiende a producirse la agregación o aglutinación.
Según los autores, el compuesto recientemente desarrollado es el “único” fármaco de su tipo que inhibe la agregación de tau al actuar simultáneamente sobre ambos puntos críticos.
“Por primera vez, tenemos un fármaco que es eficaz para inhibir ambas regiones. Este mecanismo de doble acción es importante porque actúa sobre los dos dominios que estimulan la agregación de Tau, lo que podría allanar el camino para tratamientos más eficaces para enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer”, afirmó en un comunicado de prensa Amritpal Mudher, uno de los autores principales del artículo y profesor de neurociencia en la Universidad de Southampton en el Reino Unido.
En el estudio, los investigadores descubrieron que el fármaco suprimía la neurodegeneración y prolongaba la vida de las moscas de la fruta alrededor de dos semanas, una cantidad significativa considerando su corta vida útil de más de un mes.
Los autores también probaron el fármaco en el laboratorio en células derivadas de humanos especialmente diseñadas y modificadas para producir proteína tau humana. Descubrieron que el RI-AG03 penetraba en las células y también reducía la agregación de proteínas tau.
ENSAYOS CLÍNICOS EN HUMANOS: TRATAMIENTO PARA EL ALZHÉIMER
Si bien queda un largo camino por recorrer y varios obstáculos que superar antes de que el fármaco pueda probarse en ensayos clínicos en humanos, los autores afirmaron que RI-AG03 es un candidato “excelente” para la exploración futura en este campo.
Apuntaron que esto debería investigarse más a fondo en estudios futuros utilizando modelos de roedores, que generalmente proporcionan una comprensión más profunda, aunque de ninguna manera perfecta, de cómo un compuesto podría funcionar en el cuerpo humano en comparación con los modelos de mosca.
“Si bien reconocemos los desafíos que supone trasladar los hallazgos de los modelos de la mosca de la fruta a los seres humanos, los procesos biológicos que involucran a la proteína tau se conservan en todas las especies y el uso de estos modelos está bien establecido”, afirmó Aggidis.
Y agregó al tema: “Los resultados positivos que hemos observado nos dan confianza, pero entendemos que los ensayos en seres humanos pueden revelar complejidades que no son evidentes en los modelos preclínicos. Aún está por determinar si serán positivos o negativos”.
“El fármaco se encuentra actualmente en fase de pruebas preclínicas; sin embargo, creemos que la investigación tendrá un impacto significativo en los esfuerzos de descubrimiento de fármacos en el campo de enfermedades como el alzhéimer, de modo que podamos mejorar los resultados de los pacientes. Es necesario realizar experimentos preclínicos adicionales en modelos más sofisticados antes de considerar la realización de ensayos clínicos”, señaló. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)