La demencia es un término que abarca diversas enfermedades que impactan la memoria, el razonamiento y la habilidad para llevar a cabo tareas diarias. Si bien suele afectar a personas mayores, no todas la desarrollan conforme envejecen. Una investigación reciente refiere que uno de cada cinco casos de demencia pueden estar asociados con problemas de visión.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 55 millones de personas tienen demencia a escala global, de las cuales, más del 60 por ciento viven en países de ingreso mediano y bajo. La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia y puede representar entre un 60 y 70 por ciento de los casos.
Entre los factores que aumentan el riesgo de sufrir demencia, según el organismo de las Naciones Unidas, destacan:
- Edad (es más común en personas de 65 años o más)
- Tener hipertensión arterial
- Un alto nivel de azúcar en la sangre (diabetes)
- Exceso de peso u obesidad
- Tabaquismo
- Consumo excesivo de alcohol
- Falta de actividad física
- Aislamiento social
- Depresión
Sin embargo, no está del todo claro qué causa exactamente la demencia, pero se han asociado diversos factores de riesgo genéticos y ambientales con la enfermedad. En el pasado, la pérdida de audición se ha asociado con el deterioro cognitivo y un mayor riesgo de demencia. Sin embargo, las asociaciones entre la demencia y la pérdida de la visión (que afecta aproximadamente a un tercio de los adultos mayores) han sido menos estudiadas.
LA RELACIÓN ENTRE LA AGUDEZA VISUAL Y LOS CASOS DE DEMENCIA
En un nuevo estudio, publicado en la revista JAMA Opthalmology, investigadores de la Universidad Johns Hopkins analizaron datos de 2,767 adultos de 71 años o más. Los datos se recopilaron en 2021 y consistieron en una cohorte representativa a nivel nacional en Estados Unidos.
Los participantes se sometieron a exámenes cognitivos, así como a pruebas para tres categorías de discapacidad visual: agudeza visual de cerca, o qué tan bien se pueden ver objetos de cerca; agudeza visual de lejos, o qué tan bien se pueden ver objetos a distancia; y sensibilidad al contraste, la capacidad de percibir contornos nítidos y claros de objetos pequeños.
En total, los investigadores estimaron que 19 por ciento de todos los casos de demencia podrían atribuirse a al menos un tipo de discapacidad visual, siendo la baja sensibilidad al contraste la asociación más fuerte.
“Los resultados de este estudio transversal sugieren que casi 1 de cada 5 casos de demencia prevalente en adultos estadounidenses de 71 años o más que viven en la comunidad podrían haberse evitado como máximo si se hubiera eliminado el deterioro visual”, escriben los investigadores.
SE PUEDE PREVENIR
Y agrega: “En general, estos datos respaldan la inclusión de los deterioros sensoriales como factores de riesgo potencialmente modificables para las estrategias de prevención de la demencia”. Según los investigadores, hasta 90 por ciento de los problemas de visión se pueden prevenir o corregir.
“Por supuesto, estos hallazgos se basan en asociaciones, por lo que no se puede demostrar que la discapacidad visual cause demencia. Aun así, esta fuerte correlación respalda la inclusión de la pérdida de visión en las estrategias de prevención de la demencia”, plantea Newsweek al retomar el estudio.
“Aunque el estudio está limitado por su diseño transversal y el pequeño tamaño de la muestra, los hallazgos aportan un valor único en relación con la carga de demencia asociada con el deterioro de la visión”, coincidieron Mingguang He y Xianwen Shang, dos expertos en oftalmología de la Universidad Politécnica de Hong Kong en China.
Para los investigadores, el deterioro de la visión merece un escrutinio como prioridad de intervención para la prevención de la demencia en los adultos mayores. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)