En los Juegos Olímpicos de París 2024, tres de las cinco medallas obtenidas por México las ganaron deportistas apoyados por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). ¿Cómo el ejército mexicano ha logrado llenar los vacíos en el deporte de alto rendimiento?
Tras la clausura de las olimpiadas, los atletas vuelven a casa y los protagonistas de las calurosas bienvenidas son aquellos deportistas que subieron al pódium. En esta ocasión, solo siete mexicanos obtuvieron una presea olímpica y cinco de estos medallistas forman parte de las filas del ejército. Ellos son: Alejandra Valencia, Ana Paula Vázquez y Ángela Ruiz (bronce en tiro con arco) y Juan Manuel Celaya y Osmar Olvera (plata en clavados sincronizados). Cabe recordar que el joven Olvera obtuvo doble medalla, pues ganó también bronce en clavados individuales.
EL IMPACTO DE LOS PROGRAMAS EN EL RENDIMIENTO
Actualmente, la Sedena cuenta con más de cien deportistas en 25 disciplinas, de las cuales destacan la lucha olímpica, atletismo, tiro con arco, taekwondo, pentatlón moderno y clavados.
En París, los representantes de México en varias de estas disciplinas fueron miembros del ejército. Trece de estos militares obtuvieron el diploma olímpico que el Comité Olímpico Internacional otorga a los mejores ocho atletas de cada disciplina. Sin contar a los dos clavadistas y las tres arqueras que ganaron plata y bronce, respectivamente.
Independientemente de los juegos olímpicos, la participación de los deportistas de las selecciones del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos en competencias nacionales e internacionales avaladas por las federaciones deportivas han tenido resultados favorables, según el 5° informe de labores de la Sedena, con 52 medallas ganadas en distintas competencias internacionales.
Las fuerzas armadas también estuvieron presentes en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2023 (en donde se seleccionaron deportistas rumbo a París). De las 384 medallas que México consiguió en San Salvador, 77 provinieron de atletas de la Sedena, y en París la representación militar fue de 46 deportistas.
ESTRATEGIAS DE APOYO DE LA SEDENA A LOS DEPORTISTAS
En 2019, en el marco de los Juegos Panamericanos de Lima, la teniente coronel Leticia Yáñez Domínguez realizó una declaración que resume las razones por las que la Sedena ha significado una salvación para la carrera de muchos deportistas mexicanos.
“En el deporte se requieren muchos apoyos, mucha atención y preparación física, técnica, mental. Nuestro trabajo es estar cerca de los deportistas, de sus necesidades, y poder cubrir aquellas que estén a nuestro alcance, que sientan que la Sedena siempre va a estar al pendiente de ellos”, señaló la teniente coronel en aquel entonces.
Deportistas como Osmar Olvera, Juan Manuel Celaya, Alejandra Valencia, Ángela Ruiz y Ana Paula Vázquez reciben un sueldo mensual acorde con sus rangos, a los cuales ascienden según los méritos obtenidos en sus disciplinas. Además de seguridad económica, el ejército les brinda prestaciones como seguro médico para sus familiares, un plan de retiro y préstamos hipotecarios.
En comparación, las becas económicas que la Comisión Nacional del Deporte (Conade) destina a los deportistas de alto rendimiento oscilan entre los 1,700 y 55,000 pesos de forma mensual, de acuerdo con la clasificación Nacional, Panamericana, Olímpica y Mundial de los atletas.
Este apoyo, sin embargo, no brinda seguridad financiera, por lo que la estructura de la Sedena ha significado un respiro para muchos grandes deportistas, entre ellos, los clavadistas Kevin Berlín Reyes y Randall Willars Valdez, junto a sus colegas, las medallistas olímpicas Alejandra Orozco y Gabriela Agúndez.
DEPORTISTAS ENALTECEN EL APOYO QUE LA SEDENA LES BRINDA
Los cuatro clavadistas han enfrentado diversas situaciones de presión financiera e incertidumbre en los últimos años, pues a ellos como a todos los deportistas acuáticos se les retiró la beca de la Conade y tuvieron que pelearla en los tribunales. Sobre el papel del ejército en sus carreras, en una entrevista con The Associated Press los deportistas enaltecieron el apoyo que la Sedena les brindó.
“Obviamente me da tranquilidad y no estar pensando cómo le voy hacer para pagar la renta”, dijo Berlín Reyes. Por su parte, Alejandra Orozco refirió haber encontrado una gran familia y oportunidades de crecimiento personal en el ejército.
Aunque la Sedena no otorga becas deportivas como tal y los atletas deben cumplir con un curso de adiestramiento militar de ocho semanas, una vez aceptados los deportistas tienen permitido usar las instalaciones del ejército y se busca que sus labores militares no interfieran con sus entrenamientos y competencias.
El reconocimiento al ejército no es un inciso exclusivo de los atletas militares. En 2023, la Sedena fue postulada por varios medallistas olímpicos al Premio Nacional del Deporte debido a su papel fundamental en el fomento, la protección y el impulso en la práctica de los deportes.
Reconocimiento similar obtuvo el ejército en 2013, al recibir el Premio Nacional al Mérito Deportivo luego de 77 años de aportar deportistas a las diferentes selecciones nacionales que participaron en juegos olímpicos, centroamericanos y campeonatos mundiales.
La Mayor Martha Leticia Domínguez, quien entonces era la encargada de la Subdirección de Educación Física y Deporte en la Sedena, declaró que impulsar a los deportistas era parte de su labor. En ese momento, el ejército contaba con 52 atletas de alto rendimiento.
CULTURA DEPORTIVA EN OTROS PAÍSES
La militarización del deporte no es una labor exclusiva de México y ha tenido resultados favorables en otros países. Tal es el caso de Brasil, que tuvo una participación destacada en París y es una de las potencias deportivas latinoamericanas.
En Brasil, las fuerzas armadas cuentan con un Programa de Atletas de Alto Rendimiento (PAAR), que fue creado en 2008 con la cooperación de los ministerios de Defensa y Deporte. El éxito del programa se hizo notar pronto, pues el país obtuvo el primer puesto en los Juegos Olímpicos Militares en 2011 y el segundo en 2015. En París, 64 atletas del programa y un militar de carrera representaron a Brasil. La nación quedó en el puesto 20 del medallero, con tres medallas de oro, siete de plata y diez de bronce.
En 2017, cuando el programa estaba en crecimiento y se buscaba alcanzar una mayor presencia olímpica, el mayor Mauro David Cardoso Martins, comandante y coordinador del PAAR en la Escuela de Educación Física del Ejército, señaló que una de las claves del programa era brindar un soporte a los atletas para que pudieran entrenar y competir en un alto nivel.
ATLETAS DEL EJÉRCITO CON MÚLTIPLES BENEFICIOS
Otra característica fundamental que sigue vigente es que, como atletas militares, ellos cuentan con todos los beneficios que cualquier otro militar, como el derecho a una remuneración; atención médica integral; el uso de las instalaciones deportivas; y tomar en cuenta el tiempo que estén en el ejército para su jubilación.
Países como Chile y Argentina también han experimentado una militarización deportiva que ha obtenido diversos avances. El común denominador que comparten todas las naciones con este fenómeno son los apoyos que brindan las fuerzas armadas que mejoran la calidad de vida de los deportistas y les permiten enfocarse en sus disciplinas.
Países como Estados Unidos, Rusia y China también cuentan con programas que, aunque no están entrelazados con el ejército, priorizan la tranquilidad económica de los deportistas y fomentan la cultura deportiva a nivel nacional a través de escuelas especializadas, competencias nacionales y becas que se otorgan por el gobierno o por universidades. N