Cuando una persona presenta varicela generalmente durante la niñez, el virus permanece en el cuerpo sin generar ninguna reacción y puede permanecer así durante años; pero si el sistema inmunológico se encuentra debilitado, como ocurre cuando se presenta VIH o alguna otra enfermedad como diabetes o cáncer, es posible que se presente el herpes zóster, una enfermedad cuya característica principal es el dolor y con frecuencia extremo. Por ello es indispensable prevenir la enfermedad con las dos vacunas disponibles.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos indican que los adultos de 50 años y mayores deben recibir la vacuna Shingrix (una vacuna disponible en México) para prevenir el herpes zóster y las complicaciones de esta afección.
LAS VACUNAS CONTRA HERPES ZÓSTER
La vacuna es válida tanto para las personas que han tenido herpes zóster como para aquellas que nunca lo han tenido. También se aplica a los adultos de 19 años y mayores que tienen sistemas inmunitarios debilitados como consecuencia de una afección o medicamentos.
Se puede recibir la vacuna Shingrix incluso si ya se ha tenido herpes zóster. Además, se debe considerar recibir la vacuna Shingrix si ya se recibió la vacuna Zostavax o si no se sabe si se ha tenido varicela.
La vacuna Shingrix no contiene virus vivos. Es elaborada a partir de un componente del virus. Se administra en dos dosis. La administración de la segunda dosis es de dos a seis meses después de la primera.
La vacuna contra el herpes zóster Zostavax (sin comercialización en México) puede reducir la gravedad del herpes zóster y su duración.
La vacuna también puede disminuir el riesgo de una complicación del herpes zóster que hace que el dolor continúe durante mucho tiempo después de que las ampollas hayan desaparecido. A esta complicación se la denomina neuralgia posherpética. Se ha demostrado que Shingrix protege contra el herpes zóster durante al menos siete años.
LA ENFERMEDAD NO SE CONTAGIA DE PERSONA A PERSONA
El herpes zóster no se contagia de persona a persona, pero cuando se presentan las vesículas, es posible que una persona que nunca ha tenido varicela, se contagie. Hasta el momento no existe una cura para este padecimiento y el tratamiento consiste principalmente en la administración de medicamentos que combaten al virus y ayudan a disminuir el dolor y prevenir complicaciones.
“El estrés provoca daños en el organismo. Uno de ellos puede ser la detonación del herpes zóster, conocido también como culebrilla, por lo que un manejo adecuado de la tensión física y emocional, puede contribuir a evitar esta enfermedad sumamente dolorosa”, señaló el doctor Gerardo Medina Gálvez, coordinador de Programas Médicos de la Dirección de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El doctor Medina Gálvez dijo que el periodo de duración de la enfermedad puede abarcar de 3 a 5 semanas y que puede ser contagiosa cuando está en la fase de vesícula.
Los síntomas de esta enfermedad son: malestar general, fiebre, trastornos gastrointestinales, dolor de cabeza, vesículas dolorosas a lo largo de un nervio, generalmente en el tórax o la zona lumbar, además de neuralgia (dolor permanente intermitente en el nervio afectado).
El dolor suele ser el primer síntoma del herpes zóster. Para algunas personas, el dolor puede ser intenso. Según la ubicación del área adolorida, a veces puede confundirse con problemas del corazón, los pulmones o los riñones. N