Un planeta que yace en la zona habitable de su propio sistema solar no solo posee una atmósfera, sino un océano líquido, lo que sugiere su capacidad para albergar formas de vida similares a las de la Tierra.
Identificado como LHS 1140 b, el planeta es 1.7 veces más grande que nuestro mundo y se encuentra a unos 48 años luz de distancia de nuestro sistema solar.
Resulta un mundo lejano. Descubierto inicialmente en 2017, es un planeta rocoso como la Tierra, pero hasta 10 o 20 por ciento de su masa está compuesta de agua, según afirma un artículo de próxima publicación en la revista The Astrophysical Journal Letters (ya disponible en el servidor de preimpresión arXiv).
“De todos los exoplanetas conocidos y estudiados en la actualidad, LHS 1140 b podría ser la opción más viable para un día confirmar indirectamente la presencia de agua en la superficie de un mundo más allá de nuestro sistema solar”, escribió en un comunicado el físico Charles Cadieux, candidato a un doctorado en astrofísica de la Universidad de Montreal.
“Esto representa un logro muy importante para la investigación de exoplanetas potencialmente habitables”, destacó.
LHS 1140 b sigue la órbita de una enana roja (el tipo de estrella más común del universo), cuyo tamaño es equivalente a 20 por ciento de nuestro sol, mientras que el propio planeta yace a una distancia específica que lo sitúa en la zona habitable de su estrella, la región conocida como “Ricitos de oro”. Este término hace referencia a una distancia respecto de la estrella donde las condiciones son justo las necesarias para que haya agua líquida en la superficie planetaria.
Si el planeta estuviera demasiado cerca de la estrella, el calor excesivo ocasionaría la evaporación del agua, en tanto que, si estuviera demasiado lejos de su sol, el frío sería tan intenso que congelaría el agua.
UN PLANETA ROCOSO DONDE PUEDE HABER VIDA
El tamaño y tipo de estrella afectan de manera importante la ubicación de la zona habitable. Así, por ejemplo, la zona habitable estaría más cerca de una estrella pequeña y fría (como una enana roja), que la zona habitable de una estrella más grande y caliente.
Hasta ahora los astrónomos no habían podido determinar si LHS 1140 b es un planeta rocoso como la Tierra o bien, un gigante gaseoso más parecido a Neptuno. Sin embargo, al fin han logrado precisar que ese exoplaneta es lo que se conoce como una “supertierra”.
Gracias a los datos que ha recogido el Telescopio Espacial James Webb (JWST, por sus siglas en inglés), los científicos descubrieron que la densidad de LHS 1140 b era menor a la esperada para un mundo completamente rocoso, y también que entre 10 y 20 por ciento de su masa parece estar compuesta de agua, lo que significa que aquel planeta podría ser un mundo congelado con agua líquida bajo la superficie de hielo, muy semejante a Europa, una de las lunas de Júpiter.
Por otra parte, también determinaron que LHS 1140 b posee una atmósfera que, probablemente, contiene nitrógeno en cantidades semejantes a las de la Tierra, ya que la presencia de ese gas atmosférico permitiría que el planeta sostenga agua líquida en su superficie.
“Es la primera vez que tenemos indicios de una atmósfera en un exoplaneta rocoso o congelado que yace en una zona habitable. Un objetivo importante de JWST es identificar atmósferas en mundos pequeños o rocosos, cosa mucho más difícil de detectar que las atmósferas de planetas gigantes”, explicó el comunicado del coautor Ryan MacDonald, también investigador de la Universidad de Montreal.
“LHS 1140 b es uno de los exoplanetas pequeños en zona habitable con las mejores probabilidades de tener una atmósfera densa y que nos permita hallar evidencias de aire en ese mundo”, prosiguió el investigador.
HALLAZGO PROMETEDOR
Los astrónomos utilizaron modelos para predecir que, si la atmósfera de LHS 1140 b fuera parecida a la de la Tierra, el planeta estaría envuelto en una capa de hielo y tendría un único círculo de superficie oceánica de unos 4,000 kilómetros de diámetro, más o menos la mitad del tamaño de nuestro océano Atlántico. Según el artículo, este océano podría tener una temperatura superficial de hasta 20 grados centígrados.
Por lo anterior, el hallazgo hace de LHS 1140 b el candidato más importante para encontrar vida fuera de la Tierra, debido a que su atmósfera potencial y el agua líquida permitirían albergar formas de vida semejantes a las de nuestro planeta.
“Este es un vistazo preliminar y tentador de la atmósfera de una supertierra en una zona habitable. Comparada con las de otros exoplanetas conocidos en zonas habitables —como el sistema TRAPPIST-1—, la estrella LHS 1140 parece más estable y menos activa, lo que hace mucho más fácil diferenciar entre la atmósfera de LHS 1140 b y las señales que ocasionan las manchas estelares, añadió MacDonald.
“Las observaciones iniciales de JWST en torno del planeta LHS 1140 b han revelado que podría tratarse del mejor exoplaneta de zona habitable conocido hasta ahora, en términos de caracterización atmosférica. Aun cuando hacen falta más observaciones de JWST para confirmar la presencia de una atmósfera rica en nitrógeno, e identificar otros gases, este hallazgo preliminar es muy prometedor, concluyó el científico. N