Los habitantes de un pueblo en el sur de la provincia de Buenos Aires, Argentina, viven un auténtico calvario debido a la invasión de miles de loros barranqueros. Las autoridades locales informaron que las campañas de ruido, luces láser y otros métodos para ahuyentarlos no han demostrado ser eficaces.
En Hilario Ascasubi, 750 kilómetros al sur de la capital argentina, una hilera verde interminable se divide en los cables eléctricos. Son los miles de aves que atormentan con sus ruidos a los casi 8,000 habitantes del lugar. Las pilas de excrementos que dejan en las calles son la pesadilla de los vecinos y de los automovilistas cuyo parabrisas son blanco perfecto de los loros.
El municipio debe disponer cuadrillas especiales de limpieza, mientras los vecinos deben organizarse para mantener la higiene de la ciudad frente a estos animales considerados como potenciales transmisores de la psitacosis, una enfermedad potencialmente infecciosa mortal.
De acuerdo con el sitio médico MedlinePlus, la psitacosis es una infección causada por la Chlamydophila psittaci, un tipo de bacterias que se encuentran en los excrementos de pájaros, los cuales les transmiten la infección a los humanos. El periodo de incubación es 5 a 15 días. Los síntomas incluyen: tos seca, fatiga, esputo teñido de sangre, dolores articulares, dificultad para respirar, diarrea, hinchazón del hígado y confusión.
DESDE 2018 ESTÁ LA INVASIÓN DE LOROS AL PUEBLO ARGENTINO
La comunidad promovió campañas de ruido para ahuyentar a los loros y se instalaron poderosas luces láser por la noche con un haz verde en la ciudad, pero nada ha dado resultado.
“Después de la seis o siete de la tarde, ya no se puede hablar por teléfono en el patio por el ruido de los loros”, declaró María del Valle Otero al sitio Bichos de Campo.
En el parque central de la localidad, los juegos de niños “están blancos de excremento”. Meses atrás, la Fiesta de la Cebolla que se realizó en esa zona debió suspender a último momento el espectáculo musical de cierre porque los loros causaron un apagón eléctrico.
Expertos estiman que la inusual cantidad de aves en Hilario Ascasubi se debe al desmonte de su hábitat natural y la facilidad para alimentarse en los campos de girasol cercanos.
“Es una especie endémica presente en Argentina y Chile, son muy vistosos, muy bulliciosos y el problema es que se han metido en el tejido urbano en busca de un lugar seguro”, explicó el biólogo Sergio Zalba al canal TN.
La problemática lleva años. Desde 2018 la alcaldía realiza campañas para controlar la población de los loros con luces, repelentes y sonidos. “Pero se acostumbran a todo”, lamentó Valle Otero. N
(Con información de AFP)