Un comandante de la policía de Chicago, Estados Unidos, y sus agentes de policía llamado el “Midnight Crew” fueron declarados culpables de violencia policial, así como de torturar sistemáticamente a un número desconocido de personas inocentes y de coaccionar a esas personas para que dieran confesiones falsas, entre 1970 y 1980. Las víctimas fueron en su mayoría afroamericanos y latinos.
El proceso se llevó a cabo en 2014 y posteriormente las víctimas recibieron condonaciones económicas por parte de Chicago. “Más de cien víctimas reportaron relatos horribles de torturas por agentes de la policía de Chicago de 1970 a 1990. Hombres inocentes, en su mayoría hombres negros, fueron obligados a confesarse culpables de crímenes que no cometieron”, indica un documento de la Universidad de Standford.
El “Midnight Crew”, como se llamaba a los oficiales, no eran unos pocos policías delincuentes. Lo dirigía un famoso comandante de la policía de Chicago, Jon Burge. Él fue el hombre encargado de supervisar simulacros de linchamiento, electroshock y palizas. No faltaron las quemaduras en cuerpo y sentencias condenando a muerte a personas completamente inocentes.
El “Midnight Crew” aumentó posteriormente las profunda desconfianza de la policía entre las comunidades de color, específicamente los afroamericanos. El encubrimiento interno de tal abuso de poder se extendió a través de los rangos del departamento de policía, resultando finalmente con despedir al comandante.
En 2002, una revisión de cuatro años reveló numerosos crímenes. Sin embargo, no se hicieron acusaciones contra Burge o sus oficiales, ya que los crímenes habían prescrito. En 2003, el gobernador George Ryan indultó a cuatro de las víctimas de Burge que estaban en el corredor de la muerte. Aquellas condenas se basaron en confesiones coaccionadas.
CHICAGO POSEE UN LARGO HISTORIAL DE VIOLENCIA POLICIAL Y CORRUPCIÓN POLÍTICA
En 2008, Patrick Fitzgerald, Fiscal de los Estados Unidos para el Norte de Illinois, acusó a Burge de obstrucción de la justicia y perjurio en relación con el testimonio en una demanda civil de 2003 en su contra por daños y perjuicios por presunta tortura. Burge fue condenado por todos los cargos el 28 de junio de 2010 y sentenciado a cuatro años y medio de prisión federal el 21 de enero de 2011. Fue liberado el 3 de octubre de 2014.
Si bien Chicago tiene una larga historia de corrupción política y policial “ese caso fue toda una espantosa revelación”, señala el documento. El contenido se nutre de testimonios de más de 100 personas afroamericanas que fueron torturadas.
Este 3 de junio, expertos en derechos humanos de la ONU, indicaron que muchas personas de ascendencia africana y latinoamericana fueron detenidas sin motivo razonable y torturadas para que firmaran confesiones de delitos muy graves, incluido el homicidio. Además, en la actualidad “persisten tanto las barreras sistémicas que les impiden acceder a los procedimientos para demostrar su inocencia y obtener reparación, como la impunidad”.
El grupo de expertos pidieron medidas para poner remedio a la violencia policial racializada y a la mala conducta de las fuerzas del orden y del sistema de justicia penal de Chicago contra personas de ascendencia africana y latina en Estados Unidos.
“Chicago tiene un largo historial de uso de la tortura. Los principales señalados son funcionarios encargados de hacer cumplir la ley. Ellos presuntamente usan violencia policial para obtener confesiones sobre delitos graves”, declararon los expertos “Estas atroces presuntas violaciones de derechos humanos parecen estar enraizadas en gran medida en el racismo sistémico. Han afectado de forma desproporcionada a personas de ascendencia africana y latinoamericana”.
IMPACTOS DEVASTADORES
Los expertos subrayaron el impacto devastador de estas prácticas en las personas y las comunidades. “Según los informes, muchas personas de ascendencia africana y latinoamericana, algunas de las cuales eran niños en ese momento, fueron detenidas sin motivo razonable y torturadas para que firmaran confesiones de delitos muy graves, incluido el homicidio”, afirmaron.
“Según los informes, estas confesiones, así como el racismo sistémico generalizado y la mala conducta policial en el sistema de justicia penal de Chicago, han dado lugar a muchas condenas y encarcelamientos injustos de personas. Los detenidos pasan periodos extremadamente largos sin acceso adecuado a atención médica. Ello también se aplica a personas mayores y supervivientes de tortura”, señalaron los expertos. “Se han robado vidas, con un importante efecto dominó dentro de las comunidades”, afirmaron.
Chicago ha tomado medidas para abordar las violaciones de derechos humanos denunciadas. Una de las acciones son las disculpa pública y la creación de la Comisión de Investigación y Ayuda contra la Tortura. El fin es reconocer, remediar y prevenir la tortura y la mala conducta policial.
EXIGEN A CHICAGO ABORDAR ERRORES DEL PASADO SOBRE VIOLENCIA POLICIAL
Empero, aunque las iniciativas se aceptaron, los expertos expresaron su preocupación por el hecho de que los esfuerzos para abordar los abusos fueron fragmentados y su aplicación ha sido demasiado lenta.
Además, los expertos expresaron su preocupación por el hecho de que las personas afectadas sigan encarceladas. A ello se suma que quienes fueron liberadas no puedan rehacer sus vidas por no tener acceso a los procedimientos para demostrar su inocencia, obtener reparación y recursos completos.
Una preocupación que se suma es el hecho de que los informes indican que estas presuntas violaciones de derechos humanos se han producido en gran medida con impunidad. “Las personas implicadas en estas violaciones de derechos humanos no han rendido cuentas”, afirmaron los expertos.
“Una sociedad justa debe abordar los errores del pasado y poner en marcha todas las medidas necesarias para evitar que se repitan”, afirmaron los expertos. N