Consumes productos fermentados como el kéfir, yogur y queso, además de frutas, verduras y alimentos integrales, pero todavía presentas distensión abdominal, gases y eructos excesivos, ¿a qué se debe? Dentro del intestino viven aproximadamente 100 billones de bacterias de unas 500 a 1,000 especies distintas. Su conjunto se conoce como microbioma intestinal y de su equilibrio depende nuestra salud.
De acuerdo con expertos en gastroenterología del Hospital Houston Methodist, a menudo pensamos que las bacterias, los hongos y virus son únicamente gérmenes que nos enferman, pero hay microorganismos que resultan benéficos. Al residir en varias áreas del cuerpo desempeñan un papel crucial en nuestra salud, contribuyendo a procesos como la digestión, la función del sistema inmunológico y mucho más.
“La composición del microbioma, los tipos y la abundancia de microorganismos presentes puede variar significativamente entre individuos”, sostiene Arvind Reddy, gastroenterólogo del Hospital Houston Methodist.
Durante años se utilizó el término flora intestinal para referirse a todos los microorganismos que habitan en nuestro intestino. Este término se popularizó tanto gracias a la publicidad que la mayoría de las personas sabían que teníamos una “flora” y que era importante cuidarla.
Sin embargo, las investigaciones más recientes descubrieron que esa población está integrada específicamente por bacterias. En ese sentido, la denominación “microbioma” resulta más específica, según Laura Moya, miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética.
PRUEBAS DEL MICROBIOMA INTESTINAL
Ahora los investigadores y médicos han estudiado esa variación entre individuos. Si bien un microbioma normal favorece un intestino sano, uno desequilibrado está relacionado con varios problemas digestivos y enfermedades diversas.
“Cuando se alteran los tipos o cantidades de microorganismos intestinales se conoce como disbiosis. Esto puede interrumpir procesos importantes y contribuir a afecciones como el síndrome del intestino irritable (SII) y la enfermedad inflamatoria intestinal (EII)”, agrega Reddy.
Los científicos conocen la existencia de ese ecosistema intestinal desde hace décadas. Pero hace poco no había estudios solventes acerca de la relación entre ese ecosistema y nuestra salud.
Hoy en día saben que ciertas patologías, como la obesidad, la diabetes, determinadas alergias y muchas más alteraciones tienen que ver con la ruptura del equilibrio de su estructura. Por lo anterior, se puede considerar una prueba de microbioma intestinal, pero ¿estas pruebas realmente dicen algo sobre nuestra salud digestiva?
El Hospital Houston Methodist explica que existe una gran cantidad de pruebas caseras de microbioma intestinal, también llamada de salud intestinal. Su participación en el proceso es rápida y sencilla: se envía una muestra de heces y a continuación, se utiliza una potente tecnología, llamada secuenciación, para evaluar los microorganismos presentes en las heces.
“El resultado final es información sobre los diversos patrones de microorganismos que tiene una persona en su intestino. Algunas empresas también cuantifican estos microorganismos, lo que proporciona un desglose de la población de los tipos específicos de bacterias y levaduras presentes”, refiere el especialista Reddy.
NO APROBADAS POR LA FDA
Las compañías que cuentan con estas pruebas utilizan toda esta información para predecir si su composición es “normal” o no. Algunos incluso proporcionan una puntuación de salud intestinal, preparan cocteles probióticos o prebióticos personalizados basados en sus resultados y ofrecen otros productos de bienestar destinados a mantener el equilibrio adecuado de microorganismos.
No obstante, Arvind Reddy advierte que, si bien las empresas pueden afirmar que el secreto para mantener un intestino sano implica saber la composición del microbioma, el papel clínico de las pruebas actuales es discutible.
“Ninguno ha sido validado por su utilidad en la evaluación de la salud intestinal general. Ninguno está aprobado por Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés)”.
“Actualmente se están llevando a cabo investigaciones para comprender mejor el microbioma intestinal, incluido el estudio de los efectos de alterarlo de ciertas maneras. Esperamos que esto nos brinde una mejor orientación y dirección en el futuro cercano”, concluye el médico.
A pesar de ello, las recomendaciones que deja la Academia Española de Nutrición y Dietética son las siguientes: realizar ejercicio, dormir lo suficiente, controlar el estrés y evitar un estilo de vida tóxico; que se traduce en no fumar y consumir alcohol en exceso.
Los compuestos derivados del humo del tabaco o de la degradación del alcohol en el cuerpo promueve el crecimiento de bacterias patógenas en todo el tracto gastrointestinal, incluido el colon. N