La catástrofe climática causada por fuertes lluvias en el sur de Brasil se agravó este viernes 3 de mayo con al menos 37 muertos y 74 desaparecidos, mientras el avance de las aguas amenaza a la capital de Río Grande do Sul con inundaciones “sin precedentes”, alertaron las autoridades.
Las brigadas de rescate intentan alcanzar y abastecer numerosos municipios aislados, sin comunicaciones y con carreteras bloqueadas, e incluso sin energía eléctrica ni agua. El volumen excepcional de los ríos ha multiplicado las alertas en el estado por rupturas de presas que podrían agravar el desastre. En Porto Alegre, capital de Río Grande do Sul, la situación “va a ser sin precedentes”, dijo el gobernador Eduardo Leite.
“Olvide todo lo que ya vio en la región metropolitana va a ser mucho peor”, advirtió.
El rápido ascenso del río Guaíba en las últimas horas podría cubrir vastas áreas de una de las mayores urbes del sur brasileño, con una población de 1.5 millones. El nivel del río, estimado actualmente entre 4.20 y 4.60 metros, “es histórico” y se espera que supere los 5 metros en la tarde, dijo Leite.
Un desborde podría causar la mayor inundación de la historia de la ciudad, superando la registrada en 1941, según las autoridades. Algunas calles del centro histórico estaban inundadas este viernes, constató la AFP.
Imágenes aéreas del estado muestran enormes superficies totalmente anegadas, ríos arrasando puentes y carreteras o rescates de personas en techos con helicópteros, dando cuenta del “peor desastre” de la historia del estado, según Leite. Por las crecidas en el estado, al menos cuatro represas “están en situación de emergencia, con riesgo de rompimento”, informó el gobierno.
“Soy de aquí y me siento muy apenada por todos los que viven aquí, siento dolor en el corazón”, dijo Maria Luiza, una residente de 51 años, en Sao Sebastiao do Caí, a unos 70 kilómetros de Porto Alegre.
En Capela de Santana, al norte de la capital del estado, Raul Metzel explicó que sus vecinos debieron abandonar su ganado. “No se sabe si el agua seguirá subiendo o qué pasará con los animales, pronto pueden ahogarse”, indicó. En medio de la tragedia, también hay escenas de esperanza, como el rescate en un helicóptero de cuatro mujeres embarazadas en la localidad de Agudo, para trasladarlas a un hospital.
UN FENÓMENO CLIMÁTICO QUE DEJA LLUVIAS INTENSAS EN BRASIL Y VARIOS MUERTOS
El fenómeno climático con lluvias intensas, vendavales y granizo ha afectado a más de 351,000 habitantes, con unos 23,600 desalojados en 235 municipios. Pero las cifras son preliminares, dado que las aguas que cubren enormes áreas impiden dimensionar el desastre.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva viajó a Río Grande do Sul el jueves, donde aseguró que “no faltarán recursos” para afrontar la crisis. El gobierno ha aportado nueve aeronaves, más de 900 efectivos y decenas de botes salvavidas, entre otros equipamientos.
Las lluvias persistentes dificultan las tareas de socorro. El pronóstico anticipa hasta el domingo lluvias de “altísima severidad” que cargarán aún más los ríos y pueden causar grandes deslizamientos, explicó en un video el teniente coronel de Defensa Civil Darci Bugs.
Además, alertó sobre el desborde del río Uruguay. Las lluvias impactan al también sureño estado de Santa Catarina, que se mantiene en alerta. Esta es la segunda catástrofe que sufre en un corto tiempo Río Grande do Sul. En septiembre pasado, un ciclón dejó al menos 31 fallecidos.
Entre las tragedias más recientes en Brasil, figura el saldo de 241 muertos que dejó un temporal en febrero de 2022 en Petrópolis, en una zona montañosa al norte de Rio de Janeiro.
“Las lluvias extremas en América del Sur, que incluye toda la cuenca del Plata, son desde hace décadas una previsión recurrente de los modelos climáticos, información ignorada por los gobiernos”, indicó en una nota el Observatorio del Clima, una red de entidades ambientalistas brasileñas.
Según los expertos, el calentamiento global agudiza la intensidad y la frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos que han golpeado Brasil. La situación se agrava por el fenómeno climático de El Niño.
El jueves, datos oficiales mostraron un récord de incendios forestales de enero a abril, con más de 17,000 identificados, más de la mitad en la Amazonía, un fenómeno ligado en parte, según el gobierno brasileño, a los efectos del cambio climático.
“LOS EVENTOS EXTREMOS SON MÁS FRECUENTES Y MÁS INTENSOS”
El “cóctel desastroso” que supone el cambio climático y el fenómeno meteorológico El Niño favoreció las lluvias devastadoras que golpean el sur de Brasil, asegura el climatólogo brasileño Francisco Eliseu Aquino.
Este especialista es jefe del departamento de Geografía de la Universidad Federal de RÍo Grande do Sul, el estado sureño que vive actualmente “el peor desastre climático de su historia”, con decenas de muertos y desaparecidos, según su gobernador, Eduardo Leite.
Este estado fronterizo con Uruguay y Argentina ya sufrió lluvias diluvianas en varias ocasiones el año pasado, especialmente con el paso de un ciclón que dejó al menos 31 muertos.
—¿Cómo se explica que Río Grande do Sul, en Brasil, se vea tan afectado por fenómenos climáticos y que sus lluvias han dejado muchos muertos?
—Naturalmente: dada la geografía de América del Sur, con la Amazonía al norte, los Andes al oeste y el continente cada vez más estrecho a medida que se desciende hacia el sur, hacia la Antártida, Rio Grande do Sul siempre ha sido un punto de encuentro entre masas de aire tropicales y polares. Pero estas interacciones se intensificaron con el cambio climático. Cuando este se combina con el fenómeno El Niño [que se caracteriza por un aumento de la temperatura de las aguas del Pacífico] tenemos un cóctel desastroso que hace que la atmósfera sea más inestable y propicia las tormentas en Rio Grande do Sul.
“El bloqueo atmosférico, es decir, el estancamiento de un anticiclón, que provocó recientemente una ola de calor en Brasil, intensificó la transferencia de humedad de la Amazonía hacia el sur del país, canalizada por los Andes, a través de formaciones nubosas conocidas también como ríos voladores”, agregó.
EVITAR DESASTRES CLIMÁTICOS
—¿Cómo impacta esta influencia del cambio climático en los fenómenos meteorólogicos en la región?
—En estos últimos años, hemos vivido periodos de lluvias extremas, pero también de gran sequía. Los eventos extremos son más frecuentes y más intensos. En 2023 y este año, sufrimos inundaciones sin precedentes. Cuando medimos las crecidas de los cauces de agua en Rio Grande do Sul, vemos un nivel de recurrencia nunca visto”.
—¿Qué se puede hacer para evitar este tipo de desastres climáticos?— pregunta AFP.
—Invertir en la prevención es una obligación de la sociedad. La intensificación del cambio climático requiere medidas de quienes toman las decisiones. Hay que invertir en la transición energética, pero también en sistemas de alerta eficaces. Es nuestro mayor desafío, nuestra gran prioridad.
“Los poderes públicos deben proteger mejor las orillas de los ríos, gestionar mejor la planificación urbana para que nuestras ciudades sean más resilientes. Y a partir del momento en que se disminuye la protección medioambiental, vamos a contracorriente de la lucha contra el cambio climático”, concluyó. N