El parpadeo no solo mantiene la humedad de los ojos, sino que también desempeña un papel fundamental en el procesamiento de la información visual. Como objetivo de un estudio reciente, un equipo de investigadores de la Universidad de Rochester, Nueva York, en Estados Unidos, se propuso investigar a detalle el simple acto de parpadear, algo a lo que dedicamos entre el 3 y el 8 por ciento de nuestras horas de vigilia.
Y lo que descubrieron fue que el parpadeo aporta información para que el cerebro tenga una perspectiva más amplia de las “escenas” visuales. Para la investigación, los científicos rastrearon los movimientos oculares de miradores humanos y analizaron sus observaciones con modelos computarizados y análisis espectral, metodología que utiliza las distintas frecuencias que generan los estímulos visuales.
Gracias a esos datos, el equipo pudo estudiar la forma como el parpadeo afecta la información que registran los ojos y cómo contrasta con lo que percibimos cuando tenemos los párpados cerrados.
Los investigadores midieron la sensibilidad de los ojos humanos al percibir distintos tipos de estímulos; por ejemplo, al mirar patrones con diferentes niveles de detalle.
Fue así como descubrieron que, cuando parpadeamos, podemos registrar con más claridad los cambios graduales de un patrón. En otras palabras, el parpadeo nos permite recoger información de lo que estamos viendo para construir una imagen más completa.
El movimiento rápido de los párpados modifica los patrones de luz que estimulan la retina y crea un tipo de señal visual que se registra en el cerebro, la cual difiere de las señales generadas cuando los ojos permanecen abiertos y fijos en un punto específico.
EL PARPADEO ES UN MECANISMO MUY IMPORTANTE PARA RECOGER INFORMACIÓN VISUAL
Este hallazgo es una prueba más de que el parpadeo no es meramente una respuesta automática que contribuye a mantener la humedad e integridad de los ojos, ya que parpadeamos con mucha más frecuencia de la necesaria para lubricar los globos oculares.
Por el contrario, parpadear es un mecanismo muy importante para recoger la información requerida para el procesamiento visual. Y, además, ayuda a compensar la pérdida de estímulos que resulta de cerrar los ojos durante el parpadeo.
Los resultados del estudio se suman a un creciente acervo de investigaciones que confirman que la visión combina tanto los estímulos sensoriales como la actividad motora, y que los movimientos del cuerpo ayudan al cerebro a interpretar el contexto espacial (por ejemplo, cuando la información visual se acompaña de estímulos olfativos o táctiles).
El Dr. Michele Rucci, autor principal del estudio y profesor de neurociencias y cognición en el Centro para las Ciencias Visuales de la Universidad de Rochester, dijo a Newsweek que lo más probable es que el parpadeo sea una peculiaridad evolutiva.
“[Nuestra investigación] se suma a un creciente cúmulo de evidencias —buena parte de ellas, proporcionadas por nuestro laboratorio— que demuestran que el sistema visual es muy sensible a los cambios temporales y que utilizamos [esos cambios] para representar la información espacial”, explicó.
“Podríamos decir que, a diferencia de una cámara, el sistema visual no usa, únicamente, la imagen que se forma en la retina, sino que también recurre a los cambios en la imagen”, concluyó Rucci.
Los resultados del estudio fueron divulgados en línea este mes de abril en la revista de libre acceso Proceedings of the National Academy of Sciences. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)