Por Felipe Vega, Fundador de CECANI Latinoamérica, empresa de capacitación para asociaciones civiles y otras figuras no lucrativas.
Aumenta la consciencia por salvaguardar nuestro entorno y fomentar un desarrollo sostenible.
Las organizaciones de la sociedad civil en nuestra era digital emergen como actores fundamentales para impulsar esta transformación hacia un futuro más equitativo y responsable con el medio ambiente- También resaltan su influencia tanto en la sociedad como en los ecosistemas, además de en los procesos de toma de decisiones.
Estas entidades que operan sin ánimo de lucro a nivel local, nacional e internacional, desempeñan ahora una función primordial para el desarrollo sostenible. Esto al promover equidad, respeto y cuidado hacia el medio ambiente.
Entre las acciones ambientalistas de la sociedad civil destacan la promoción de áreas críticas del desarrollo sostenible como la preservación ambiental, justicia social, igualdad de género y educación. Se evidencian innumerables ejemplos de proyectos y acciones realizadas por estas organizaciones, los cuales presentan un impacto positivo en el desarrollo sostenible.
Particularmente, la colaboración intersectorial entre las organizaciones de la sociedad civil, instituciones gubernamentales y empresas demuestra ser esencial para abordar los desafíos complejos del desarrollo sostenible.
Así, a través de alianzas estratégicas, las organizaciones pueden combinar recursos, conocimientos y experiencia para desarrollar e implementar soluciones innovadoras y sostenibles. Además, la colaboración intersectorial permite superar diferencias de enfoque o intereses entre los diferentes actores y garantizar un abordaje integral y coordinado de los desafíos socioambientales.
Las organizaciones de la sociedad civil, asimismo, desempeñan un papel crucial en la promoción de la participación ciudadana en temas relacionados con el desarrollo sostenible. Facilitan espacios para que los ciudadanos puedan expresar sus preocupaciones, ideas y soluciones, y fomentan la colaboración entre la sociedad civil y los gobiernos para la toma de decisiones inclusivas y transparentes.
Sin embargo, esta colaboración también enfrenta desafíos, como la necesidad de establecer relaciones de confianza, resolver conflictos de intereses y garantizar la participación equitativa de todos los actores involucrados. Superar estos desafíos requiere un compromiso continuo y la construcción de capacidades para fortalecer la colaboración intersectorial a largo plazo.
En cuanto al impacto a largo plazo, es crucial considerar cómo el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil contribuye al desarrollo sostenible en el tiempo. Más allá de los resultados inmediatos de proyectos específicos, es importante evaluar cómo estas intervenciones permiten cambios sistémicos y duraderos en las políticas, prácticas y comportamientos relacionados con el desarrollo sustentable.
Para avanzar, es necesario fortalecer y apoyar la labor de estas organizaciones, así como reconocer su importancia en la construcción de un mundo mejor para las futuras generaciones.