De a poco en Baja California el impulso que han generado las mujeres y colectivas feministas han ido ganando terreno en el aspecto de lo legal para su protección y los dos ejemplos más claros y recientes son la aprobación de la tipificación como delito de la Violencia Vicaria y la Ley Malena.
De acuerdo con activistas e impulsoras de estas dos medidas, son pasos significativos que se siguen dando en razón de encontrar parámetros justos desde la vía legal, para garantizar que los delitos que se cometen en ambos temas sean sancionables y que los perpetradores sepan que ya hay leyes que las protegen.
Ley sobre Violencia Vicaria en proceso
En el tema de la Violencia Vicaría, la iniciativa de Ley fue impulsada en 2022 por organizaciones como Madres Unidas, la Red de Mujeres Baja California, con el apoyo y asesoría del Frente Nacional contra Violencia Vicaria y el 2 de marzo de 2023 se votó en el Congreso del Estado, aprobándose por unanimidad para hacer los ajustes en la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
El 16 de marzo de 2023 esta Ley entró en vigor en Baja California, siendo la entidad número 19 en el país en hacerlo, y esta establece que se sancionará a los padres que utilicen a los hijos o dependientes económicos como medio para hacerle daño a la mujer y establece condenas del tipo penal de 6 meses, hasta 4 años a los padres que la ejerzan.
“Nosotras las mujeres nos hemos enfrentado históricamente a una violencia sistemática y estructural junto con nuestros hijos e hijas, somos un grupo vulnerable y no vivimos ni sobrevivimos la violencia de la misma manera que los hombres. Personalmente he sufrido todo tipo de violencia y no quiero vivir violencia vicaria, por lo que confío que esta ley funja en su proceder”, dijo Estefanía Plascencia, co-fundadora del colectivo CESODI, sobre esta ley.
Al respecto, esta organización a la fecha ha registrado cerca de 40 atenciones de este tipo en el estado, de las cuales 34 se han registrado 34 casos de mujeres que están viviendo violencia vicaria, y solo en 10 ha procedido la denuncia, por otro lado, en Mexicali son cuatro las mujeres que presentaron sus casos y ya están siendo investigados como tal.
Uno de los casos que más se han visibilizado en el estado, es precisamente el de Samantha Sesma, co-fundadora también de dicho colectivo, a quien, desde el 6 de mayo del 2021, su expareja le extrajo a sus dos hijos de 3 y 6 años durante una convivencia, sin embargo, no volvió a tener contacto con él después de este momento.
Durante una manifestación realizada en febrero pasado, detalló que a su expareja “le dieron prisión preventiva, pero él tiene a los niños desde el 2020 (y después de que se los llevó en 2021) no sabemos su paradero, se trata de un caso de violencia vicaria donde he vivido todo tipo de violencias”.
Ley Malena para todas las mujeres en su diversidad
Por otro lado, Baja California se convirtió en la tercera entidad, luego de Oaxaca y Puebla, en aprobar la Ley Malena el pasado 29 de marzo luego de que el Congreso del Estado también la aprobara por unanimidad Con 21 votos a favor, 0 en contra y 0 abstenciones.
Con ello se establece un avance a nivel local, porque reconoce los ataques con ácido hacia las mujeres como una forma de violencia en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y estipula que, en caso de que el ataque de ácido derive en feminicidio se castigará a los agresores hasta con 60 años de prisión. En caso de lesiones, serán 21 años de prisión.
Esta Ley fue presentada por las diputadas Amintha Briceño y Dunnia Murillo, y lleva tras de sí la lucha de la activista oaxaqueña María Elena Ríos, quien fuera agredida con ácido por su expareja a través de un tercero, razón por lo que esta Ley lleva su nombre en homenaje, y lo resaltable por la propia Malena es que la ley es aplicable para todas las mujeres en su diversidad.
“Este tipo de violencia implica una alta carga simbólica, toda vez que la finalidad es causar de forma deliberada permanente dolor, sufrimiento y humillación a la mujer, además de causar daño físico, psicológico y emocional, irreparable e irreversible, es decir, dejar una marca permanente en ella”, compartió la diputada Dunnia Murillo. N