Tijuana, B.C.- La vida de las familias que perdieron sus hogares en el derrumbe de Lomas del Rubí, en febrero de 2018, no ha vuelto a ser la misma desde entonces. Rupturas familiares, pérdida del trabajo, muertes y problemas en la salud mental, son solo algunos de los padecimientos a los que se han enfrentado las 147 familias afectadas.
En abril de 2021, tres años después de la tragedia, la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) entregó 130 casas a las víctimas que pudieron demostrar ser propietarios de una de las casas que se perdieron en el deslizamiento. A los pocos meses los afectados señalaron que las casas, que fueron entregadas en obra negra, tenían agrietamientos y la lluvia se trasminaba.
Lidia Castillo vivió por casi 30 años en Lomas del Rubí junto con sus cinco hijos y nietos. El terreno donde tenía su casa era lo suficiente grande para que cada uno de los integrantes de la familia tuviera su espacio. El predio sería el patrimonio que Lidia les dejaría a sus hijos, pero el derrumbe la llevó a una realidad que no imaginaba.
En la actualidad vive en Lomas de la Esperanza, el fraccionamiento que se construyó al sur Tijuana, para albergar a las víctimas del derrumbe. Las proporciones de la casa son pequeñas. La construcción consta de una pequeña sala, una reducida cocina, dos recámaras en las que solo caben camas individuales y un baño. Afuera tiene un pequeño estacionamiento que utiliza para colocar sus macetas con plantas.
“Y sí nos afectó. Con el paso del tiempo, no estamos conformes, estamos lamentando. Al menos a mí ya no me deja dormir el pensar qué hubiera sido que siguiéramos ahí unidos, toda mi familia. Al estar aquí padecemos de transporte, el fraccionamiento es muy chiquito, los niños no tienen donde jugar”, externó Lidia Castillo.
Ya no vive con todos sus hijos, una de las consecuencias del deslizamiento fue que cada uno de los hijos buscó un lugar donde vivir porque en la casa que le entregaron no cabían todos.
Lidia mostró que las paredes están agrietadas, describió que cuando llueve es común que el agua se meta a la casa e indicó que en el exterior de la vivienda se desarrolla moho que muchas veces ingresa a su hogar.
Alejandrina Verdugo no solo perdió su patrimonio, años después del derrumbe su padre murió a consecuencia del estrés de perder su casa. Ella también vive en Lomas de la Esperanza. En su casa los problemas de humedad provocaron que uno de sus nietos fuera diagnosticado con asma bronquial. En una de las paredes de la sala y en uno de los cuartos las grietas son evidentes.
“Uno se siente desesperado porque supuestamente a nosotros nos habían dado estas casas para estar tranquilos y no estar sufriendo pagando renta, pero, al llegar aquí y darte cuenta de la situación de que tu casa se moja, de que tienes problemas con el drenaje, de que tienes problemas del moho y tu familia se está enfermando, se siente desesperado uno”, relató Alejandrina.
Los inconvenientes no solo se viven en Lomas de la Esperanza, 11 familias recibieron un apartamento en Urbi Villas del Prado II, sin embargo, no les han dado las escrituras. Guadalupe Soto compartió que solo le entregaron pre escrituras. En la notaría No. 16 le informaron que el gobierno no ha pagó todo el adeudo que tenían esas casas y por lo tanto no pueden darle e título de propiedad.
En entrevista con Vianney Padilla, representante territorial de la Conavi en Tijuana, aceptó que todavía no se han efectuado los pagos de agua y predial en algunas de las casas motivo por el que está detenido el trámite para entregar escrituras.
Señaló que la responsabilidad era de la asociación Comunidades que Renacen, a quien se le otorgó un subsidio para la rehabilitación de las casas en Urbi Villa del Prado II, además, indicó que en la notaría No.16 el licenciado que llevaba el caso renunció y les hizo extravió la documentación. Padilla adelantó que en el mes de marzo arribará a Tijuana personal de Conavi a nivel federal para dar presión a la entrega de las escrituras donde hacen falta.
Proceso legal detenido hasta que entreguen dictamen
Tras el derrumbe, los afectados iniciaron procesos legales por la vía penal, civil y administrativa. Se interpusieron alrededor de 120 denuncias en contra de Grupo Melo y de los funcionarios a nivel estatal y municipal, responsables de dar permisos de uso de suelo y de construcción en la zona donde se construyó el fraccionamiento Valle del Pedregal y que provocó la pérdida del hogar de más de 100 familias en Lomas del Rubí.
Mariana Morales, afectada por el derrumbe y representante común de las familias, informó que este año se inició el estudio en la zona, a cargo de un especialista que dará como resultado un dictamen donde se ponga en evidencia qué provocó el derrumbe. Este estudio es la última pieza que necesitan para completar las carpetas de investigación y continuar el proceso para fincar responsabilidades.
El estudio se realizará por parte del Ayuntamiento de Tijuana con apoyos federales. Una vez que se entregue, la Fiscalía General del Estado (FGE) no debe dejar pasar más de seis meses para continuar con el proceso legal. N