La prosopometamorfopsia (PMO) es una condición sorprendente de percepción visual en la que los rasgos faciales aparecen distorsionados, por ejemplo, caídas, hinchazón o torsión. Aunque se han reportado numerosos casos, pocas de esas investigaciones han llevado a cabo pruebas formales motivadas por teorías de la percepción facial.
En 1947, se informó de dos pacientes con dificultad para reconocer caras sin distorsiones faciales. Uno de los pacientes veía caras que estaban “distorsionadas o desplazadas, por ejemplo, la nariz de una enfermera se giró de lado varios grados, una ceja era más alta que la otra, la boca estaba entrecerrada y el cabello se desplazó como una gorra mal ajustada”, explica el estudio Las distorsiones faciales en la prosopometamorfopsia proporcionan nuevas ideas sobre la organización de la percepción facial publicado en Science.
La prosopometamorfopsia es poco conocida, con menos de 100 casos citados desde su descubrimiento. Los pacientes informan de una amplia variedad de distorsiones faciales. Mientras que el paciente ve rasgos extremadamente estirados con ranuras profundas en la cara, otros pueden ver distorsiones que hacen que las características se muevan de posición o cambien de tamaño.
SE DESCONOCE QUE PROPICIA LA PROSOPOMETAMORFOPSIA
Debido a eso, esta visualización es específica del paciente y no se aplicaría a todos los que padecen prosopometamorfopsia, dice Jason Barton, neurólogo de la Universidad de Columbia Británica. Aún así, “creo que es útil que la gente entienda el tipo de distorsiones que los pacientes pueden ver”.
Cuando se diagnostica correctamente la prosopometamorfopsia, los neurólogos a veces pueden tratar la afección que está causando la PMO, como una convulsión o un derrame cerebral. Aún así, los mecanismos exactos detrás de las distorsiones siguen siendo desconocidos, y a veces afectan a personas sin condiciones subyacentes aparentes.
En el caso de Victor Sharrah, él se despertó una mañana y, aterrorizado, se dio cuenta que veía a su compañero de apartamento con orejas puntiagudas, ojos gigantescos y una boca rasgada que se extendía hasta los bordes de su rostro.
LA PATOLOGÍA PUEDE DURAR DÍAS O AÑOS
Trató de mantener la calma. Sharrah sacó a pasear a su perro, pero las personas que se cruzaba en la calle tenían rostros igualmente extraños y retorcidos. “Mi primer pensamiento fue que me había despertado en un mundo demoníaco”, dijo Sharrah a la AFP en una llamada telefónica desde su hogar en Clarksville, Tennessee.
“Empecé a ponerme realmente nervioso”, dijo este chef de 58 años. Hasta pensó en internarse “en una unidad psiquiátrica”. Sin embargo, Sharrah no había “perdido por completo la razón”, como temía. Con la ayuda de expertos descubrió que padece una afección visual extremadamente rara llamada prosopometamorfopsia.
A veces, la condición solo dura unos pocos días. Sin embargo, en el caso de Sharrah más de tres años después de esa mañana aterradora de noviembre de 2020, todavía ve “demonios”. N