Dormir demasiado o muy poco se asocia con una mala salud cerebral, es decir, existe un aumento en el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular y demencia más adelante en la vida, sugiere un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de Yale, en Estados Unidos.
En uno de los estudios de neuroimagen más grandes de su tipo, los investigadores de la Escuela de Medicina de Yale examinaron las imágenes cerebrales de casi 40,000 adultos asintomáticos de mediana edad para comprender cómo sus hábitos de sueño pueden afectar la salud de su cerebro.
Los investigadores encontraron que la duración del sueño subóptima está significativamente correlacionada con lesiones cerebrales silenciosas que los médicos saben que presagian un accidente cerebrovascular y demencia años antes de su aparición.
Siguiendo las directrices de Life’s Essential 8 de la Asociación Americana del Corazón, los investigadores definieron la duración del sueño subóptima como menos de siete horas por noche o nueve o más horas. Sus hallazgos se publicaron en el Journal of the American Heart Association.
UNA MALA NOCHE DE SUEÑO CONLLEVA RIESGOS
“Afecciones como el accidente cerebrovascular o la demencia son el resultado de la etapa final de un largo proceso que termina trágicamente”, dice Santiago Clocchiatti-Tuozzo, autor del estudio. “Queremos aprender a prevenir estos procesos antes de que ocurran”.
Una mala noche de sueño puede aumentar el riesgo de una amplia gama de problemas de salud crónicos, incluidas las enfermedades cardíacas, la obesidad y la depresión, según muestra un creciente cuerpo de investigación.
Para obtener más información sobre el efecto de la duración del sueño en el cerebro, los investigadores pueden evaluar los marcadores de neuroimagen de la salud cerebral, incluidas las hiperintensidades de la materia blanca y la anisotropía fraccional.
Las hiperintensidades de la materia blanca son lesiones en el cerebro que indican envejecimiento cerebral y enfermedad de los vasos pequeños [trastorno de los microvasos cerebrales].
La anisotropía fraccionada cuantifica la uniformidad de la difusión del agua a través de los axones de las células nerviosas, lo que refleja la salud estructural de la materia blanca del cerebro. Una mayor presencia y volumen de hiperintensidades de la materia blanca y una disminución de la anisotropía fraccional se asocian con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular y demencia.
DORMIR POCO O EN EXCESO, UN DAÑO A LA SALUD CEREBRAL
En este nuevo estudio, los investigadores obtuvieron datos del Biobanco del Reino Unido, una extensa base de datos biomédica con más de medio millón de participantes de entre las edades de 40 y 69 años. Entre la información que ha recopilado hay entrevistas en las que los participantes informaron de su duración media del sueño, incluida la siesta durante el día.
Nueve años después de estas entrevistas, el Biobanco del Reino Unido seleccionó al azar a aproximadamente 40,000 participantes para someterse a un estudio de neuroimagen por resonancia magnética cerebral.
El equipo evaluó cómo el sueño demasiado poco [menos de siete horas], el sueño óptimo [de siete a menos de nueve horas] y el exceso de sueño [nueve o más horas] afectaron la presencia y el volumen de hiperintensidades de la materia blanca y la anisotropía fraccional.
Después de sus análisis, el equipo descubrió que el sueño subóptimo se correlacionaba significativamente con la mala salud cerebral. Esta relación persistió incluso después de ajustarse a otros factores de riesgo que se sabe que afectan al cerebro, como la hipertensión, la diabetes y el tabaquismo.
“Estos hallazgos se suman a la creciente evidencia de que el sueño es un pilar principal de la salud cerebral”, dice Clocchiatti-Tuozzo. “También proporciona evidencia para ayudarnos a entender cómo el sueño y la duración del sueño pueden ser un factor de riesgo modificable para la salud cerebral más adelante en la vida”.
El estudio destaca la mediana edad como un momento importante para ajustar los hábitos de sueño de manera que pueda ayudar a proteger la salud del cerebro. N