Diseñadores, compradores y famosos se encuentran reunidos en Londres para conmemorar este viernes 16 de febrero el 40 aniversario de la London Fashion Week. La celebración traerá nuevas colecciones, colores y tendencias enmarcado en un ambiente sombrío por la coyuntura económica del Reino Unido y del sector.
Las pasarelas físicas y virtuales estarán llenas de más sesenta talentos emergentes e iconos de la moda como Burberry que presentarán sus colecciones otoño-invierno 2024 en todo Londres. El propósito de los diseñadores es transmitir la audacia y la energía de esta capital multicultural.
El desfile del irlandés y estadounidense Paul Costelloe, uno de los diseñadores favoritos de la princesa Diana, dio el pistoletazo de salida a la London Fashion Week, sin la presencia del veterano creador, de 78 años, en cama debido a una infección viral.
LA LONDON FASHION WEEK, EN MEDIO DE UNA DURA CRISIS DE PODER ADQUISITIVO
Su colección “Once upon a Time” rinde homenaje a la ciudad de Nueva York, donde residió. El diseñador presentó un tema clásico, en el que aparecen taxis amarillos y rascacielos en los pañuelos o las blusas, acompañados de amplios abrigos.
Por su parte, la ucraniana Masha Popova presentó una colección inspirada en la moda de principios de los años 2000. La legendaria semana de la moda exhibirá los diseños de nombres más conocidos como JW Anderson, declarado diseñador del año 2023 por Vogue; Richard Quinn, Ahluwalia o Simone Rocha, invitada por Jean-Paul Gaultier para su colección de alta costura primavera/verano de 2024 en París hace unas semanas.
La edición 40 de la esperada semana de la moda no se desarrolla en el mejor de los contextos para la industria de la moda británica. Tras el brexit, que penalizó el comercio con Europa, Reino Unido atraviesa una dura crisis de poder adquisitivo provocada por la inflación desde hace casi dos años, lo que coloca en dificultades a las casas jóvenes.
CANCELACIÓN DE DESFILES POR MOTIVOS ECONÓMICOS
Las nuevas marcas cuestionan cada vez más la conveniencia de invertir miles de libras en desfiles, como Dilara Findikoglu que, el pasado septiembre, sorprendió al anunciar la cancelación de su desfile por motivos económicos.
Esta industria emplea a casi 900,000 personas en el Reino Unido y contribuye con 21,000 millones de libras (unos 26.300 millones de dólares) a la economía británica, según el British Fashion Council (BFC), que organiza el evento. Sin embargo, el sector vive un período “delicado”, señaló la directora del BFC, Caroline Rush, en una entrevista con la AFP.
Pero “lo que nos enseñan 40 años de retrospectiva es que es en los períodos más difíciles económicamente cuando observamos la creatividad más increíble”, añadió. N