Baja California se viste de fiesta con el inicio de las celebraciones en honor a la Virgen de Guadalupe, un evento que marca no solo un fervor religioso sino también una tradición arraigada en la cultura mexicana.
Este año, la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, majestuosamente ubicada frente al Palacio Municipal en Zona Río, Tijuana, fue el epicentro de un emotivo inicio de festividades.
El reloj marcaba las 12 del día cuando los primeros acordes de música tradicional resonaron en los alrededores de la catedral, dando inicio a un desfile que capturó la atención y el corazón de los presentes.
La avenida se vio adornada con los colores vibrantes de los trajes típicos, mientras que los aromas de incienso y flores llenaban el aire, creando un ambiente festivo y espiritual.
El desfile, encabezado por una imagen bellamente iluminada de la Virgen de Guadalupe, atrajo a una multitud diversa que se congregó para rendir homenaje a la patrona de México.
Devotos vestidos con atuendos tradicionales, desde trajes indígenas hasta vestimenta colonial, caminaron con fervor y alegría, portando estandartes y flores como símbolos de devoción.
Niños, jóvenes y adultos participaron en este colorido desfile, algunos llevando consigo pequeñas réplicas de la tilma de Juan Diego, donde según la tradición, la Virgen de Guadalupe dejó su milagrosa imagen.
Los sonidos de música mariachi y danzas folklóricas acompañaron el desfile, sumando un toque de alegría y tradición mexicana.La asistencia fue concurrida, con familias enteras que se unieron a la procesión, creando un vínculo comunitario palpable.
Se podía observar a personas de todas las edades, desde los más pequeños que portaban pequeñas velas, hasta los mayores que llevaban consigo décadas de tradición y fe.
La Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, iluminada de manera especial para la ocasión, fue el destino final del desfile. Aquí, en el corazón de Tijuana, se llevó a cabo una emotiva ceremonia para dar gracias y pedir bendiciones.
La misa solemne resonó con cánticos y oraciones, creando un ambiente de recogimiento y espiritualidad. Este año, más que nunca, los festejos por el Día de la Virgen de Guadalupe se sienten como una celebración de la unidad y la esperanza.
La comunidad de Baja California se reúne para honrar no solo sus raíces religiosas, sino también la fortaleza que encuentra en su diversidad y devoción compartida. Con el inicio de estos festejos, se marca el comienzo de una temporada llena de tradición, fe y un profundo sentido de comunidad. N