La pandemia de covid-19 puso en relieve el papel crucial de la innovación y aceleración científica en la lucha contra las emergencias mundiales de salud pública. Uno de los avances más notables logrados durante este periodo fue el rápido desarrollo y despliegue de vacunas, donde destacó la tecnología de ARNm.
Aprovechar el potencial de esta tecnología ha sido vital en la lucha mundial contra el covid-19. La versatilidad del ARNm permitió a los investigadores reaccionar rápidamente ante la aparición de este virus y las nuevas variantes al modificar la secuencia de ARNm según fuera necesario.
Al transmitir las instrucciones de la proteína de la espiga del virus SARS-CoV-2, las vacunas de ARNm provocan una respuesta inmunitaria sin introducir el virus en el organismo. Se ha demostrado que este enfoque proporciona una protección eficaz contra la enfermedad grave y, en última instancia, reduce las hospitalizaciones, los daños a la salud y la mortalidad por covid-19.
Considerando que en América se ha experimentado un impacto particularmente devastador de la pandemia de covid-19, se debe gestionar este virus de manera efectiva. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en la región, se han notificado más de 193 millones de infecciones y cerca de 3 millones de muertes acumuladas por covid-19, según los últimos datos disponibles de este año.
Estas alarmantes cifras subrayan la urgencia de priorizar la vacunación y aplicar estrategias eficaces para detener la propagación del virus que no deja de mutar.
RECOMENDACIONES PARA LA VACUNACIÓN EN OTOÑO-INVIERNO
Aunque se cuenten con dosis anteriores de la vacuna, lo importante es tener en cuenta la fecha en que se aplicó. Poner al día el sistema inmune con vacunas actualizadas que enseñen al cuerpo a combatir las subvariantes es clave para estar protegidos y evitar cualquier complicación.
Teniendo en cuenta la evolución de los conocimientos sobre el virus y las variantes emergentes, los expertos en salud pública recomiendan dar prioridad a la vacunación contra el covid-19 en los siguientes grupos:
Personas de alto riesgo. La vacunación debe ser una prioridad para las personas con mayor riesgo de enfermedad grave y complicaciones, incluidos los ancianos y las personas con problemas de salud crónicos. Proteger a estas poblaciones vulnerables no solo salva vidas, sino que también disminuye la carga sobre los sistemas sanitarios.
Trabajadores de primera necesidad. Los trabajadores de sectores esenciales, como los servicios sanitarios, la educación, el transporte y los servicios alimentarios, deben tener prioridad en la vacunación. Esto ayuda a salvaguardar la continuidad de los servicios críticos a la vez que previene brotes en entornos de alto contacto.
Comunidades con bajas tasas de vacunación. Deben realizarse esfuerzos para garantizar un acceso equitativo a las vacunas, especialmente para las comunidades con las tasas de vacunación más bajas. Para ello, los esfuerzos de concienciación pueden contribuir a hacer frente a barreras como las dudas sobre las vacunas y la desinformación.
CUIDAR LA SALUD TRAS LA EXPERIENCIA DEL COVID-19
La rápida evolución del virus del SRAS-CoV-2 exige una vigilancia constante. La Organización Mundial de la Salud (OMS), en colaboración con organizaciones sanitarias y expertos científicos de todo el mundo, así como en América Latina a través de la OPS, desempeña un papel crucial en la identificación de las variantes más prevalentes y preocupantes.
Mediante el seguimiento de los datos de vigilancia genómica y la evaluación del impacto potencial de las nuevas cepas, proporcionan recomendaciones para nuevas vacunas dirigidas a las mutaciones prevalentes del virus. Cabe mencionar que la FDA estadounidense aconsejó actualizar las vacunas de covid-19 a una composición monovalente XBB.1.5.
Esta recomendación coincide con la de otros reguladores y organismos mundiales de salud pública que también han aconsejado una composición XBB monovalente. Gracias a la tecnología ARNm, ya existe una vacuna con estas características, que en septiembre fue aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) y la Agencia Europea (EMA), así como otros organismos reguladores, para la temporada de vacunación de otoño de 2023.
Actualmente, la vacuna está en proceso de aprobación en México por parte de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) que, a través de su Comité de Moléculas Nuevas, conformado por representantes de las asociaciones académicas del país, analizará que cumpla con la calidad, seguridad y eficacia que requiere la población mexicana. N
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El Dr. Rolando Pajón es director médico de Moderna para América Latina. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.