¿Te acuerdas de lo que desayunaste hace tres días? ¿Recuerdas en dónde dejaste las llaves del coche? Muchas veces olvidamos algunas acciones básicas de la vida cotidiana. En términos generales, no es esencial que recordemos todo lo que hacemos; sin embargo, es muy molesto que, durante cinco días consecutivos, no puedas acordarte de dónde pusiste los anteojos de lectura. Por suerte, la neurociencia tiene una solución para mejorar la memoria a corto plazo.
“Hay muchos tipos de memoria”, explica a Newsweek el Dr. Alexander Easton, profesor de neurociencias en el Departamento de Psicología de la Universidad de Durham, Reino Unido.
“Tenemos una memoria para acontecimientos importantes en nuestras vidas, una memoria para datos, otra para rostros, una memoria para las cosas que usamos continuamente (por ejemplo, recordar un número telefónico mientras marcamos), y otras más. Cada tipo de memoria se ve afectada por distintos factores: algunos son genéticos; otros, ambientales que nos afectan a lo largo de la vida; y otros más que nos afectan a muy corto plazo (¡como el alcohol!)”, añade el especialista.
LAS RUTINAS BENEFICIAN LA MEMORIA A CORTO PLAZO
Cuando se trata de recuerdos cotidianos, uno de los desafíos más importantes es distinguir entre varios eventos similares; por ejemplo, la ropa que usamos para ir al trabajo o dónde dejamos las llaves del coche. “Y la mejor manera de solucionar esto es mediante rutinas”, asegura Easton.
“Si desayunamos lo mismo todos los días, no tendremos el menor problema en recordar los últimos dos desayunos. No hace falta que recordemos cada incidente de manera individual; solo tenemos que recordar lo que desayunamos todos los días. Si cada vez que llegamos a casa dejamos las llaves del coche en el mismo lugar, eso nos ayudará mucho a no extraviarlas. No hay que recordar el acto de dejarlas en ese sitio; solo tenemos que acordarnos del lugar donde siempre las dejamos”, prosigue el profesor.
Por otra parte, esas rutinas para mejorar la memoria a corto plazo vuelven memorable cualquier cambio en nuestro “programa” cotidiano. “Si, por alguna razón, dejamos las llaves en un lugar distinto, esa acción será tan distintiva que podremos recordarla con relativa facilidad”, explica Alexander Easton. “Por lo tanto, es muy útil que creemos ‘incidentes distintivos’”.
SIEMPRE RECORDAMOS LAS COSAS A LAS QUE PRESTAMOS ATENCIÓN
“A veces no podemos controlar dónde suceden las cosas; no obstante, podemos enfocarnos en el lugar donde ocurren los incidentes distintivos. Por ejemplo, con quién estamos hablando, en dónde nos encontramos, qué hora es, y quién más está presente. Si introducimos eventos distintivos en nuestras vidas cotidianas podremos crear una mejor manera de distinguir un recuerdo de otro, y recordaremos las cosas con más facilidad”, concluye Easton.
Ahora que, si lo que pretendes es memorizar una lista larga, no solo mejorar la memoria a corto plazo, el método más útil es el famoso palacio de la memoria. No cabe duda de que necesitamos ejercitar la memoria. Si prestamos atención y tomamos conciencia de nuestro entorno, podremos consolidar los momentos clave y eliminaremos las posibles distracciones.
“Siempre recordamos las cosas a las que prestamos atención. Así que prestemos atención a las cosas que queremos recordar, en vez de enfocarnos en lo que pueda distraernos”, aconsejó a Newsweek la Dra. Tara Swart Bieber en un reportaje anterior. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)