Además de las condiciones que está provocando la sequía que azota al campo de la entidad, los ganaderos de Aguascalientes también están preocupados por el robo de sus animales, especialmente por los casos en donde se llevan decenas de cabezas.

El presidente de la Unión Ganadera Regional Hidrocálida, José de Jesús Guzmán Alba, reconoció que siguen presentándose robos en los potreros del estado, ya que en lo que va del año se suman al menos 90 casos denunciados ante las autoridades.

Sin embargo, explicó que en esos incidentes se robaron jaulas completas de ganado, lo que deja pérdidas importantes para los propietarios.

“Lo que sí nos han pegado son los robos más grandes, se han robado en un solo caso dos jaulas de ganado gordo, en otro caso tres jaulas de ganado, y esa gente no nada más viene a ver qué se roba, traen guías para robar y saben dónde hay ganado gordo y cómo cargarlo”.

El representante del sector indicó que como ganaderos, están participando en reuniones de seguridad con la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y con su titular, Manuel Alonso García, con el objetivo de que se refuercen los operativos de vigilancia en las comunidades.

Aún así, consideró que las autoridades deben incrementar la seguridad, especialmente en aquellas zonas que cuentan con vías de comunicación y que colindan con otras entidades del país, es decir, que los operativos no solamente se monten en las puertas de acceso.

“Sí es buena la prevención y la contención, pero debe ser más alrededor, sí estamos preocupados”.

Esperan resultados de estimulación de nubes

En otro tema, el presidente de la Unión Ganadera Regional Hidrocálida señaló que si bien ya se comenzó con la estimulación de nubes en Aguascalientes, aún se debe esperar más tiempo para ver los resultados de este plan.

“De repente llueve poquito, pero no llueve pastura, la pastura se va a dar en dos o tres meses y es lo que va a salir como consecuencia de la lluvia, entonces sí está complicado”.

Recalcó que los ganaderos requieren de agua y alimento para su ganado, aunque sin ello, se están viendo orillados a sacrificar a sus animales más débiles, a fin de no tener pérdidas mayores.