En una cultura y una sociedad en la que a los hombres aún se les insta a ser fuertes y valientes, ¿qué sucede cuando esa fortaleza se desvanece en la intimidad de la alcoba? La disfunción eréctil es una melodía silenciosa que juega al tango con el corazón, cuyos pasos inciertos pueden romper el ritmo apasionado de una vida plena.
Pero en esta narrativa de almas desnudas y luchas calladas descubrimos que la vulnerabilidad no es sinónimo de debilidad, sino la llave maestra que abre las puertas de la comprensión y la conexión humana.
La disfunción eréctil es un mal sexual masculino más común de lo que parece. Ocurre cuando se tiene dificultades para lograr o mantener la erección del pene. Eso le sucedió a Juan, un hombre valiente que, contrario a la mayoría de los hombres que se niegan a consultar a un médico, ha enfrentado una batalla íntima contra una condición que ha desafiado su sexualidad y calidad de vida.
Imagina por un momento cómo sería despertar cada día con la incertidumbre de si tu cuerpo responderá a tus deseos y necesidades sexuales. Para Juan, esta realidad se convirtió en una presencia constante en su vida, siempre acompañándolo como una sombra silenciosa y complicada. “Era como si mi confianza y autoestima se desvanecieran junto con la capacidad de mi cuerpo para responder,” comparte en una conversación íntima y con un pseudónimo.
Las implicaciones de la disfunción eréctil se extienden mucho más allá de lo físico y afectan aspectos emocionales y psicológicos de la vida de quienes la experimentan. Para Juan, las sombras de la ansiedad y el miedo se filtraron en sus relaciones personales y laborales y lo llevaron a un aislamiento que solo aumentó el peso de su carga.
DISFUNCIÓN ERÉCTIL: TABÚ VS. REALIDAD
Sin embargo, en medio de esta lucha silenciosa, hay destellos de esperanza que merecen su iluminación. La disfunción eréctil es un tema que ha sido tratado con tabúes y mitos a lo largo del tiempo, pero cada vez más se busca comprender sus causas, efectos y opciones de tratamiento.
Hoy se sabe que este mal afecta a millones de hombres en todo el mundo y puede tener un profundo impacto en su calidad de vida y bienestar emocional. En México, este padecimiento daña aproximadamente al 55 por ciento de los hombres entre los 40 y 70 años, según cifras de la Secretaría de Salud.
En entrevista con Newsweek en Español, el Dr. Armando González Sánchez, médico cirujano egresado de la UNAM, define la disfunción eréctil como la incapacidad de lograr o mantener una erección adecuada para sostener una actividad sexual satisfactoria. Y precisa que esta afección puede tener múltiples causas de tipo físico, psicológico o mixto.
El Dr. González señala que esta afección puede alcanzar a hombres de todas las edades, pero su incidencia aumenta con el tiempo. “Alrededor del 5 por ciento de los hombres de 40 años y entre 15 y 25 por ciento de los hombres de 60 años experimentan episodios de disfunción eréctil”, afirma.
Sin embargo, agrega que esta afección no debe considerarse inevitable con el envejecimiento, sino que puede estar relacionada con condiciones de salud que afectan los vasos sanguíneos y los nervios.
FACTORES DE RIESGO
Nuestro experto explica que, “de inicio, la disfunción eréctil se asocia con niveles de autoestima disminuidos”. En ese sentido, esta afectación supone para muchos hombres una carga en su autoestima y la aparición de trastorno de ansiedad por no ser capaces de cumplir con un modelo de hombre que debe estar listo y dispuesto siempre que se le requiera para tener relaciones sexuales.
Sin embargo, “recordemos que la disfunción eréctil no solo es una afección exclusiva de la función sexual del paciente, sino que se transfiere a otras áreas de su vida”, indica el médico. “Cuando aparece hay muchos pacientes que tienden a la negación del acto sexual y empiezan un aislamiento inicialmente con su pareja y, en consecuencia, con el entorno social. Y pueden, incluso, abandonar por completo su actividad sexual”.
Además, el Dr. Armando González comenta que enfermedades como la diabetes mellitus, la hipertensión arterial, la elevación del colesterol y de los triglicéridos, enfermedades de los vasos sanguíneos, lesiones genitales, la presencia de algún tipo de cáncer, así como depresión, ansiedad y el estrés son los principales factores que pueden provocar disfunción eréctil.
Y aunque la edad avanzada puede ser un factor de riesgo para esta afectación debido a las condiciones de salud asociadas, el especialista enfatiza en que no debe considerarse como algo inevitable. “La adopción de un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y evitar el tabaquismo y el abuso de alcohol, puede ayudar a prevenir la aparición de esta afección en la edad adulta”, considera.
¿CUÁNDO SOLICITAR ATENCIÓN MÉDICA?
Antes de acudir con un especialista, es importante considerar que una gran cantidad de pacientes pueden experimentar un episodio esporádico de falta de erección, pero eso es algo totalmente normal.
Sin embargo, explica el Dr. González, “si estos episodios se hacen repetitivos y cotidianos e impiden el desarrollo de la vida sexual del paciente y generan problemas en su entorno, especialmente en el de pareja, es el momento de que el paciente actúe y piense que existe algo más que un solo momento de estrés, de ansiedad o alguna situación que lo haya derivado a un episodio aislado de disfunción eréctil”.
Una vez que el paciente acuda al médico, Este le hará un interrogatorio completo, le hará una valoración, un examen físico y, posteriormente, si fuera el caso, le pedirá algunos exámenes médicos para valorar la cantidad de triglicéridos, glucosa y colesterol en su sangre. Eso le permitirá determinar la causa u orientarlo a saber qué es lo que está causando la disfunción eréctil.
“En algunos casos, hay pacientes a los que ya se les solicita otro tipo de estudios como ultrasonidos o un antígeno prostático”, indica el experto. Estos son estudios más específicos que también ayudan al médico a determinar cuál es el origen de la disfunción eréctil y así poder recetar el tratamiento adecuado.
En ese sentido, el especialista explica que los tratamientos médicos se clasifican de acuerdo con el orden en que deben ser utilizados. “Primero están los medicamentos orales; posteriormente, y en caso de no tener resultados adecuados, está el uso de medicamentos inyectados; y, en tercer lugar, están el uso de otros dispositivos como bombas de vacío, prótesis de pene o cirugías”.
EFECTOS SECUNDARIOS DE LOS TRATAMIENTOS
Entonces, dependiendo del caso de cada paciente será el tratamiento. Si hablamos de que el origen de la disfunción es vascular, es decir, por fallas debido al mal funcionamiento en arterias o venas, se tienen alternativas de buena calidad con eficacia comprobada.
Según el Dr. González, “existen medicamentos orales como el tadalafilo y el sildenafil que son ampliamente utilizados y efectivos en muchos casos”. Estos medicamentos pertenecen a la familia de los vasodilatadores y mejoran el flujo sanguíneo al pene. Sin embargo, destaca que “es importante que el paciente cuente con la supervisión médica adecuada para evitar efectos secundarios y utilizarlos correctamente”.
El uso de medicamentos para tratar la disfunción eréctil puede estar asociado con efectos secundarios. Según el Dr. González, “las reacciones más comunes suelen ser dolor de cabeza, ruborización, visión borrosa, congestión nasal, dispepsia e, incluso, en algunos casos, hipotensión, es decir, que baje la presión arterial por niveles inferiores a lo considerado normal”.
Por tanto, el experto enfatiza en que “es esencial que los pacientes estén informados sobre estos posibles efectos y que tomen los medicamentos solo bajo prescripción médica”.
Alrededor de los tratamientos para la disfunción eréctil existen varios mitos. “Los más recurrentes son los relacionados con que si se toma una dosis mayor a la indicada se tendrá un mejor desempeño sexual”, dice el experto.
También señala que “algunos hombres jóvenes consumen medicamentos pensando que es una especie de afrodisiaco y que les va a ayudar a mejorar su desempeño sexual”, lo cual es incorrecto, ya que el mecanismo de acción de los medicamentos está enfocado en dilatar los vasos sanguíneos del pene, no en aumentar el deseo sexual.
ATENCIÓN PSICOLÓGICA PARA LA DISFUNCIÓN ERÉCTIL
Es importante mencionar que, desde las primeras fases del tratamiento de la disfunción eréctil, se recomienda al paciente que reciba atención psicológica e incluso psiquiátrica para evitar que desarrolle trastornos psicológicos más graves.
El experto destaca que la disfunción eréctil puede tener un impacto significativo en la salud mental de los hombres que la padecen. “La pérdida de autoestima y la ansiedad relacionada con el desempeño sexual pueden llevar a trastornos psicológicos más graves”, advierte. Por ello, “es fundamental que los pacientes reciban atención psicológica para abordar estas cuestiones emocionales y evitar fobias persistentes a mantener relaciones sexuales”.
El médico cirujano de la UNAM concluye que es importante desterrar los mitos y tabúes asociados con la disfunción eréctil para que los pacientes puedan buscar el apoyo necesario y mejorar su calidad de vida y bienestar emocional.
Socialmente, la disfunción eréctil sigue siendo un tema tabú y ello puede dificultar que los hombres busquen ayuda y tratamiento adecuado. Con información precisa y una atención integral, es posible enfrentar este problema de salud pública y ofrecer una mejor calidad de vida a aquellos que la padecen.
“La falta de comprensión y apertura en la sociedad puede llevar a una carga emocional adicional para aquellos que la padecen y sus parejas”, finaliza el experto. “Por ello la atención integral es primordial”. N