En una rueda de prensa realizada a finales de marzo de este año el director del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), Ruy López Ridaura indicó que Baja California lleva más de 15 años ocupando el primer lugar en muertes y casos nuevos de tuberculosis a nivel nacional. El estado ha experimentado un incremento significativo de casos de tuberculosis en los últimos años.
En la misma rueda de prensa José Adrián Medina Amarillas Secretario de Salud, informó que en 2022 se registraron 2 mil 500 casos y 250 muertes por tuberculosis en Baja California. Los datos proporcionados por las autoridades de salud indican que la tasa de incidencia de la enfermedad en la región es más alta que el promedio nacional.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OSP) el bacilo tuberculoso (Mycobacterium tuberculosis) “es el segundo patógeno más mortífero después del virus que causa la COVID-19. Afecta con mayor frecuencia a los pulmones y se transmite cuando las personas infectadas expulsan al aire estas bacterias, por ejemplo, al toser”.
Para darse una idea de la “magnitud de esta enfermedad, en 2018, 10 millones de personas padecieron tuberculosis y un millón y medio de habitantes murieron por esta causa; alrededor de 4,000 defunciones diarias” en todo el mundo, como se puede observar en la página oficial del Instituto Nacional de Salud Pública de México (INSP). En México se reportaron, solo durante 2019, 2 569 muertes. Entre los estados con mayor morbilidad se encuentran Veracruz, Baja California, Guerrero, Tamaulipas y Sonora con 2 224; 2 047; 1 181; 1 125 y 1 101, respectivamente.
Hasta hace poco el INSP consideraba que la enfermedad infecciosa más mortífera en el mundo no era la COVID-19, sino la tuberculosis, de la que Robert Koch identificó al agente causal en 1882. A finales del siglo XIX, la tuberculosis era la enfermedad endémica predominante en Europa, culpable de, aproximadamente, una de cada siete muertes, según se lee en el texto La medicina y el imperio de la tecnología del historiador Stanley Reiser.
Desde inicios del siglo XX la tuberculosis se volvió endémica en Baja California. Algunos historiadores afirman que esta nunca ha sido controlada. En diversos documentos que se encuentran en el Archivo Histórico del Estado de Baja California y las tesis de los médicos que llegaron a la zona a realizar su servicio social a lo largo del mencionado siglo, se dibuja el panorama devastador que generó la enfermedad.
La tuberculosis afecta principalmente a poblaciones vulnerables, como personas con sistemas inmunológicos debilitados, personas en situación de pobreza y aquellos que viven en condiciones de hacinamiento.
Las autoridades de salud de Baja California han implementado diversas estrategias para prevenir y controlar la tuberculosis en la región. Entre estas medidas se encuentran la detección temprana de casos mediante pruebas de laboratorio, la provisión de tratamiento gratuito y acceso a medicamentos antituberculosos, así como la promoción de prácticas de higiene y cuidado de la salud.
Además, se han fortalecido los programas de educación y concienciación sobre la tuberculosis, tanto para los profesionales de la salud como para la comunidad en general. Se enfatiza la importancia de la adherencia al tratamiento, la identificación de casos sospechosos y la búsqueda activa de contactos de personas infectadas para su evaluación y tratamiento.
Sin embargo, es importante tomar en cuenta que Baja California ha acogido a la tuberculosis de buena manera, debido a las condiciones sociales, culturales, políticas, económicas y naturales, que han permitido que diversas cepas del Mycobacterium se asienten en dicho espacio.
Los desafíos en la lucha contra la tuberculosis en Baja California, son sin lugar a dudas: la falta de acceso a servicios de salud, especialmente en áreas rurales o marginales, la dificultad de un diagnóstico oportuno y el seguimiento adecuado de los pacientes. Asimismo, la existencia de estigmas y barreras sociales en torno a la enfermedad puede dificultar la detección y el tratamiento efectivo.
Otro desafío importante es la aparición de cepas resistentes a los medicamentos antituberculosos, lo que requiere un enfoque especializado y costoso para su tratamiento. Es fundamental fortalecer la capacidad de laboratorios y clínicas para el diagnóstico y manejo de estas cepas resistentes.
Para superar los desafíos en la lucha contra esta enfermedad, es necesario un enfoque integral que aborde las barreras de acceso a la atención médica, promueva la educación y concienciación, y fortalezca la capacidad de diagnóstico y tratamiento. La colaboración entre autoridades de salud, profesionales médicos y la comunidad en general es esencial para lograr avances significativos en la prevención y control de la tuberculosis en Baja California y garantizar un futuro más saludable para todos.
Hoy en día es fácil detectar la tuberculosis. Rafael Laniado Jefe de la Clínica y Laboratorio de Tuberculosis del Hospital General de Tijuana, aseguró en una entrevista exclusiva para Newsweek, que a través de una prueba molecular a una muestra de flema se puede saber en menos de 2 horas si alguien está infectado de Mycobacterium “con una máquina con la que se cuenta”, además permite saber si la sepa de tuberculosis es resistente a los fármacos. Por lo que a la menor sospecha se recomienda acudir a realizarse dicho examen en la mencionada clínica que se encuentra ubicada en las inmediaciones del Hospital General de Tijuana. N
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