Garantizar la seguridad ciudadana y el pleno goce de los derechos fundamentales de los ciudadanos es el objetivo primordial del Estado. Sin embargo, la opacidad e ineficiencia en la procuración y administración de justicia tienen un impacto significativo en esta tarea, especialmente en lo que respecta a la integridad personal, los derechos cívicos y el resguardo de los bienes de los ciudadanos.
Una de las principales problemáticas radica en la falta de recursos para la función policial. Existe una falsa pretensión de financiarla con recursos federales, como el IVA o el ISR, lo cual es una estrategia errónea. Esta discusión nos condena a seguir enfrentando los mismos problemas sin lograr contar con las fuerzas policiales locales que necesitamos y merecemos.
En el ámbito internacional, particularmente en las repúblicas federales, el gasto regular en fuerzas policiales locales eficientes proviene de fuentes impositivas locales, como el impuesto predial. Sin embargo, en México no se ha logrado una variación importante al alza en la recaudación de este impuesto por parte de los municipios a lo largo de los años.
El ex agente del FBI, Carlos Tomala, señaló que ve el problema proveniente de instancias superiores y que ha llegado el momento de dejar de lado los abrazos simbólicos y tomar acciones contundentes.
Por otro lado, Tomala expresó a manera de pregunta: ¿Por qué los altos funcionarios de México, como jueces federales, magistrados, procuradores y directores generales, tienen ingresos similares a sus homólogos en Estados Unidos, mientras que nuestros policías no?
La fracción IV del artículo 115 constitucional establece la posibilidad de instituir impuestos y tasas adicionales que graven la propiedad inmobiliaria. Sin embargo, esta figura de tasas adicionales se utiliza poco, a pesar de que fue diseñada décadas atrás para que los municipios puedan establecer contribuciones o tasas específicas destinadas a identificar y financiar gastos exclusivos de su competencia como el de la seguridad local.
En México, se sigue utilizando el impuesto predial como la fuente fiscal más generalizada y justa que existe. Incluso en lugares donde este impuesto es robusto, como en la Ciudad de México, es necesario clasificar la tasa para crear una fuente de ingreso-gasto exclusiva destinada a garantizar una policía de calidad. N