Desde su inicio, el siglo XXI ha planteado retos para los individuos, las empresas, la educación y para la sociedad en su conjunto. La innovación tecnológica, así como los cambios generacionales y formas de afrontar la realidad, son al menos algunos de los más evidentes.
A este cúmulo de retos hay que sumar la pandemia del covid-19 que tuvo afectación global desde el inicio de 2020. Una de las principales repercusiones de la epidemia fue que agudizó las desigualdades económicas, sociales, tecnológicas y culturales.
La educación fue una de las actividades que tuvieron que adaptarse al nuevo escenario que planteó la crisis sanitaria. En particular, las universidades enfrentaron el reto de mantener sus actividades y evitar contagios. Por ello, tuvo auge el modelo de educación a distancia y, posteriormente, el sistema híbrido.
“Por supuesto, el reto principal es continuar con la impartición de clases y generación de conocimiento, ahora en las modalidades presencial y a distancia. A pesar de que la interacción entre las personas es fundamental, se ha tenido que migrar a educación a distancia incrementándose el uso de herramientas tecnológicas y plataformas educativas en línea. Prácticas que hemos adoptado y que seguramente permanecerán favorablemente”, afirma Mariano Gómez Hernández, director universitario de la Facultad de Derecho de la Barra Nacional de Abogados.
El especialista coincide en que uno de los retos que enfrentaron las instituciones de educación superior es el de actualizar y capacitar al personal docente y administrativo para brindar los servicios educativos a distancia, además de seguir con la investigación, generando contenido de valor y conocimiento.
OTROS DESAFÍOS DE LA EDUCACIÓN
“Como se ha mencionado, los principales retos están relacionados por una parte con las desigualdades que se han evidenciado: económica, tecnológica y generacional, pero a su vez también con elementos sociales que se han generado, incluso al grado de crisis. Otro reto ha sido continuar preparando a los alumnos en habilidades duras, pero sin duda alguna, además con la formación en habilidades suaves (blandas) como lo son el trabajo colaborativo, pensamiento crítico, comunicación, solidaridad, motivación, liderazgo, entre otras, tan necesarias en las presentes circunstancias y hacia el futuro”, menciona el directivo de la Facultad de Derecho de la Barra Nacional de Abogados.
Agrega que todo este reto generará un cambio y actualización en las técnicas de estudio y modificará el modelo de enseñanza-aprendizaje.
“Pero, al igual que en otras ocasiones, las instituciones educativas como generadoras del cambio, lograremos afrontar dichos retos, así como plantear opciones para no detener la generación de conocimiento y formación de las futuras generaciones”, afirma.
Actualmente, la Facultad de Derecho de la Barra Nacional de Abogados tiene una oferta educativa amplia, adaptada ya a estos nuevos retos. En ella se puede estudiar:
—Licenciatura en Derecho
—Especialidad en la Enseñanza del Derecho
—Maestría en Derecho Administrativo y Fiscal
—Maestría en Derecho Constitucional y Amparo
—Maestría en Derecho Laboral y de la Seguridad Social
—Maestría en Ciencias Penales y Criminalística
—Doctorado en Derecho
De igual forma, cuenta con diversos diplomados, entre los que destacan:
—Actualización Jurídica
—Derecho Corporativo
—Juicios Orales
—Nociones de Derecho para Emprendedores
Para mayor información consulta la página de internet de la institución o búscala vía WhatsApp en los números 5580113612 y 5548350020. N