La variable que ayudará a bajar la inflación en los países en el corto plazo es poder controlar el precio del barril de petróleo crudo. Este es utilizado para transformarlo en combustibles que ayudan a la movilidad de las personas, insumos, productos y servicios que son requeridos día a día.
Esta semana tuvimos el dato de inflación general de Canadá, que bajó una décima de punto de 7.0 a 6.9 por ciento, y esto de igual manera pasó en la economía de Estados Unidos. En la misma tendencia, en la primera quincena de octubre fue de 8.53 en México, lo que aumentó el precio de los energéticos en 1.30 por ciento. Lo anterior por la conclusión del subsidio al programa de tarifas eléctricas de temporada de verano.
Existen muchos comentarios sobre la inflación y la pérdida del poder adquisitivo, pero muchos o algunos se centralizan en tratar de controlarla bajando los precios de los alimentos, subsidiando la energía o pensando que se tiene un tipo de cambio estable con una económica en crecimiento.
Pero esta realidad virtual, de corto plazo, será destruida en poco tiempo en países que tienen que importar casi todo para cubrir las necesidades del mercado al no producir lo necesario para todos los mercados que un consumidor crea.
BAJAR LAS TASAS DE INTERÉS
Según estos últimos datos, la caída en los valores en la inflación no es suficiente para bajar las tasas de interés. Y esto conlleva a que pueda haber una recesión en algunos países, al no haber nuevas inversiones que generen un mayor flujo de dinero en los mercados para las transacciones comerciales. Eso deriva en problemas en los ingresos en los países, al no poder recaudar lo propuesto para la operabilidad de un país por medio de su presupuesto anualizado.
Esta semana que pasó Estados Unidos anunció ciertas medidas para bajar los precios de los combustibles principalmente y sus derivados, lo que fue una variable utilizada para el corto plazo y ayudó a bajar la inflación (en este mercado no hay subsidios directos al consumidor). Ha de llamar la atención que el mensaje del presidente Joe Biden fue directo a los países de la OPEP+, en forma específica y contundente, a este acuerdo que tiene a los países de la OPEP y no OPEP y en los que se encuentra México.
El mensaje interpretado por mi persona fue el siguiente: Estados Unidos actualmente produce alrededor de 12 millones de barriles diarios de petróleo crudo, un millón más comparado con 2021, y esto indica en forma contundente que es el primer país productor a nivel mundial y que se compromete a incrementar y llegar a 13 millones. El objetivo es colocar en el mercado estos barriles para bajar el precio del petróleo.
RESERVAS ESTRATÉGICAS DE PETRÓLEO
Se indica que las reservas estratégicas de petróleo pueden ser recuperadas con la producción interna de crudo dulce y el amargo de mercado internacional (las reservas tienen una combinación de estos tipos de crudos), pero siempre y cuando podamos tener un precio de barril no mayor de compra de 70 dólares.
Al mismo tiempo, se ha observado que las más de 130 refinerías de este país deberán trasladar las ganancias del margen de refinar (ingresos por la venta de derivados menos costo operativos y donde influye en gran parte el precio del barril) al consumidor. Según análisis realizados, al tener el mismo margen de refinación de antes de la invasión de Rusia a Ucrania se cubrirán sus costos y utilidades respectivas. Hoy la realidad es que las refinerías están trasladando en 60 centavos por galón al consumidor en el costo de los combustibles en la bomba. Es decir, el mercado está pagando a los accionistas de cada una de las empresas la compra de acciones o dividendos respectivos.
El mensaje a la OPEP cierra con la propuesta del Comité Judicial del Senado, que presentó el 20 de octubre, sobre un proyecto de ley que permitiría a Estados Unidos demandar a la organización por comportamiento antimonopolio y manipulación del mercado, y ha tomado fuerza desde que el grupo OPEP+ decidió, a principios de octubre, reducir su objetivo principal de producción de petróleo en 2 millones de barriles diarios de crudo a partir de noviembre.
BAJAR EL PRECIO DE LOS COMBUSTIBLES
¿La estrategia? Reducir el precio de barril internacional y bajar el precio de los combustibles en el mercado estadounidense, sustentándose en aumentar la producción para bajar la inflación y tasas de interés.
En México hoy discutimos cuánto deberíamos gastar en función de los ingresos. Pero lo aprobado hasta el momento indica que tendremos un alta incertidumbre financiera presupuestal al tener por primera vez un déficit de más de 1.1 billón de pesos, los cuales podrían ampliarse si dejan de ingresar impuestos vía IEPS y continúan los subsidios hasta ahora a los combustibles.
Es importante establecer que, si Estados Unidos logra bajar a 70 dólares el precio del barril, las finanzas públicas podrían estar estables ante este rubro, al considerarse un precio de barril de 68 dólares en promedio, activando el cobro del IEPS en alto porcentaje al consumidor, y teniendo precios bajos de los combustibles de importación, debido a que actualmente traemos más del 65 por ciento en forma diaria de gasolina y diésel del total de la demanda actual. Esto podría ayudar a bajar más la inflación y dejaríamos de estresar el gasto público y reactivar más el privado, al tener el dinero un menor costo para invertir en proyectos en México. N
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Ramsés Pech es analista y asesor de la industria energética y en economía. Es autor del canal Energía sin política. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.
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