La tuberculosis vuelve a propagarse en todo el mundo debido al covid-19 y a sus confinamientos, los cuales limitaron las pruebas de detección y el acceso a los cuidados, advirtió este jueves 27 de octubre la Organización Mundial de la Salud (OMS), que estima que 1.6 millones de personas murieron de esa enfermedad el año pasado.
Según el informe anual de la OMS, 10.6 millones de personas enfermaron en 2021 de tuberculosis —enfermedad causada por una bacteria que ataca principalmente a los pulmones—, lo que representó un aumento de 4.5 por ciento en un año.
La tasa de incidencia de la enfermedad (nuevos casos por cada 100,000 habitantes por año) se incrementó un 3.6 por ciento entre 2020 y 2021, tras haber disminuido cerca de un 2 por ciento por año durante gran parte de las dos últimas décadas.
A escala regional, la tasa de incidencia subió entre 2020 y 2021 en todo el mundo, salvo en África, donde las perturbaciones de los servicios sanitarios por la pandemia de covid-19 tuvieron un débil impacto en el número de personas diagnosticadas. A nivel mundial, la cifra anual aproximada de muertes causadas por la tuberculosis disminuyó entre 2005 y 2019, pero las estimaciones para 2020 y 2021 sugieren que esta tendencia se ha invertido.
“Nuevos datos revelan que la carga mundial de tuberculosis es mayor de lo que se creía. Los países tienen que avanzar más rápidamente para prevenir, detectar y tratar la TB si se quieren alcanzar las metas de la estrategia ‘Fin a la tuberculosis‘ en los próximos 15 años”, refirió la OMS en su página.
La mayor parte del aumento de muertes calculado se registró el año pasado en cuatro países: India, Indonesia, Birmania y Filipinas. La prevalencia de la tuberculosis resistente a los medicamentos también aumentó —un 3 por ciento entre 2020 y 2021— con 450,000 nuevos casos de tuberculosis resistente a la rifampicina en 2021.
POBREZA Y MALNUTRICIÓN
Según la OMS, “es la primera vez en muchos años que se reporta un aumento del número de personas enfermas de tuberculosis y de tuberculosis resistente a los medicamentos”.
La pandemia de covid ralentizó considerablemente el progreso en la lucha contra la tuberculosis. La propagación de la tuberculosis pone en peligro la estrategia establecida por la OMS, que tiene como objetivo reducir un 90 por ciento las muertes por la enfermedad y un 80 por ciento la tasa de incidencia para 2030, con respecto a 2015.
No obstante, la organización no pierde la esperanza, aunque estima que la tuberculosis habrá continuado su progresión en 2022.
“Si la pandemia nos ha enseñado algo, es que con la solidaridad, la determinación, la innovación y el uso equitativo de las herramientas, podemos superar graves amenazas sanitarias. Apliquemos estas lecciones a la tuberculosis”, revelo en el informe el director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus.
“Es el momento de acabar con esta enfermedad que lleva mucho tiempo matando. Trabajando juntos, podemos poner fin a la tuberculosis”, afirmó.
La OMS destaca que es aún más urgente actuar en el contexto de la guerra en Ucrania, de los conflictos existentes en otras partes del mundo, de la crisis energética mundial y de los riesgos asociados a la seguridad alimentaria, porque estos elementos pueden “agravar aún más algunos de los factores determinantes de la tuberculosis, como los niveles de ingresos y la malnutrición”.
En 2019, la tuberculosis era la causa de mortalidad número 13 a nivel mundial, y la primera debida a una enfermedad infecciosa, superada en 2020 por el covid-19, pero por delante del sida, indica el informe.
La mayoría de las personas que desarrollaron tuberculosis el año pasado se encontraban en el Sudeste Asiático (45 por ciento), en África (23 por ciento) y en la región del Pacífico occidental (18 por ciento). Ocho países representan más de dos tercios de los casos mundiales: India, Indonesia, China, Filipinas, Pakistán, Nigeria, Bangladés y la República Democrática del Congo. N