La mayoría de las personas que acuden a terapia son atendidas a través de sesiones donde conversan, y algunas otras también reciben algún tipo de tratamiento médico para atender los problemas de salud mental y emocionales. Sin embargo, en otros casos también se hace uso de la música como un tratamiento. 

“La música no es una terapia. Puede ser una aproximación terapéutica en donde se involucre al paciente de manera pasiva, es decir, él escucha. También puede haber un involucramiento activo porque puede analizar el contenido musical, incluso se puede hablar sobre las características de la letra. 

“Cuando hablamos de este tipo de aproximaciones se pueden utilizar varios géneros musicales dependiendo de las características del paciente, su preocupación y qué es lo que se busca”, comenta el doctor en neurociencias de la conducta Hugo Sánchez Castillo, en entrevista con Newsweek en Español.

La música como tal es capaz de evocar emociones, señala el también académico de la UNAM. Sin embargo, una persona deprimida lo que va a hacer es identificar la música de una manera totalmente distinta porque la música va a estar activando regiones del cerebro que tienen que ver con el comportamiento emocional.

Bajo esta perspectiva se ha intentado usar terapia musical, pero, señala el experto, no existen suficientes evidencias sobre la efectividad de la música en algunos trastornos, principalmente la depresión. “Aunque se han hecho pruebas, no tienen las características propias de una investigación formal”, añade.

ATENDER CON MÚSICA EL DOLOR, LA CULPA Y LA SOLEDAD

Sánchez Castillo advierte que no quiere decir que la música no evoque sensaciones y emociones, pero, explica, hacen falta resultados más concluyentes acerca de su efecto en ciertas patologías.

“Sí se ha utilizado la música en algunos pacientes, por ejemplo, con algunos tipos de demencia, y se ha encontrado que funciona. En el caso de alzhéimer con párkinson sí funciona la música, pero cuando hablamos con pacientes de depresión, las aproximaciones no son tan contundentes, y lo mismo pasa con la ansiedad”, añade el también doctor en psicología.

Sobre el tema, el doctor Segundo Robert Ibarra, psiquiatra del Hospital Houston Methodist, indica que para las personas que padecen síntomas de depresión y ansiedad, “la música puede llenar sus corazones, su mente y su alma, y volverse una línea de vida”.

El especialista explica que “la musicoterapia es la forma de acercarse a las personas que tienen resistencia a la terapia tradicional de conversación”.

Este acercamiento no tradicional, conocido como terapia musical, ha demostrado tener un significativo potencial para tratar el dolor, la culpa y la soledad, así como también la depresión y la ansiedad, indica Ibarra. 

MUSICOTERAPEUTA

El doctor Sánchez Carrillo señala que se debe tener una formación para considerar aplicar una sesión con música, porque “se puede ser psicólogo o terapeuta, pero no por ello se tienen conocimientos sobre los métodos correctos para llevar a cabo una terapia con música. En Estados Unidos existen centros para estudiar la especialidad y acreditarse como musicoterapeuta”.

La organización Breastcancer, en Estados Unidos, es uno de los centros certificados con sesiones de musicoterapia. Indica que esta puede aplicarse en una variedad de entornos, como hospitales, clínicas, centros de tratamiento contra el cáncer y en el hogar de la persona. 

Para ello un musicoterapeuta debe ser quien lleve a cabo la sesión donde pregunte al paciente su situación específica y adaptar la terapia a sus necesidades físicas y emocionales. 

“En las sesiones se puede hacer lo siguiente: reproducir música. Escuchar música. Realizar movimientos con la música. Escribir canciones. Analizar el significado que las letras tienen para el paciente”.

En Estados Unidos, un musicoterapeuta obtiene un título en musicoterapia de una universidad o una institución aprobada por la Asociación Estadounidense de Musicoterapia. 

Después de obtener el título de grado, el musicoterapeuta debe rendir el examen requerido para ejercer profesionalmente. 

La Junta de Certificación para Musicoterapeutas (CBMT) es la entidad responsable de este examen. Cuando un musicoterapeuta lo aprueba, recibe la acreditación de MT-BC, explica Breastcancer.org. N

‘No me voy a dejar intimidar ni voy a dejar de decir lo que pienso’