Un insecto visto por última vez en 1869 ha vuelto a cantar. Este espécimen parecido a saltamontes, llamado katydid, se conoce solamente por el único ejemplar que se encuentra en la colección del Museo de Historia Natural de Londres. Descrito por primera vez en 1869, Prophalangopsis obscura nunca se ha visto oficialmente desde entonces, aunque hay informes de que una pareja fue capturada en 2005.
Ed Baker, investigador de bioacústica del Museo, es coautor de un nuevo artículo que recreó el sonido de P. obscura. Dice: “Aunque solo estamos tratando con un espécimen, es uno de solo un puñado de especies que sobrevive de un grupo de saltamontes y parientes de cricket que probablemente dominaron durante el Jurásico”.
“Comparar esta especie con los parientes modernos es interesante porque tiene grandes alas. Ello sugiere que es capaz de volar mucho tiempo, y canta una canción de tono bajo que viaja a largas distancias. Junto con su hábito de vivir al aire libre, estas características deberían convertirlo en un objetivo ideal para los murciélagos, ya que es más fácil de detectar”.
“Su supervivencia desde el Jurásico sugiere que actualmente vive en un entorno sin murciélagos que se alimentan de insectos que volan libremente”.
Esto puede dar algunas pistas sobre qué regiones deberían estar revisando los investigadores en la búsqueda de esta especie olvidada desde hace mucho tiempo. Los resultados del estudio se publicaron en PLOS ONE.
EL INSECTO KATYDID
Los Katydids son un grupo de insectos que forman parte de los Orthoptera, que contiene todos los grillos, langostas y saltamontes. Estos animales producen canciones usando la estridulación, frotando partes del cuerpo como las alas y las piernas juntas para hacer sonido.
En general, los machos utilizan estos ruidos para atraer a las hembras durante el verano como parte de la temporada de reproducción, aunque las hembras de algunas especies se estimulan en ciertas circunstancias.
La última vez que el sonido de P. obscura se identificó claramente en la naturaleza fue hace más de un siglo. El único espécimen conocido del insecto fue presentado al Museo por el oficial del ejército británico Sir John Bennet Hearsay. La especie fue descrita científicamente más tarde por Francis Walker en 1869.
A pesar de los repetidos intentos, la especie nunca se ha vuelto a ver. El espécimen fue etiquetado como procedente de “Hindustan”, que los investigadores creen que es generalmente sinónimo de la zona de la India bajo el dominio colonial de Gran Bretaña.
Para tratar de averiguar más sobre dónde podría seguir viviendo la especie, los investigadores crearon imágenes 3D de cada ala y determinaron su frecuencia de resonancia. Con esta información, el equipo podría recrear cómo podría haber sonado la canción del insecto. N
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