El canciller mexicano Marcelo Ebrard denunció este jueves una “manifiesta negligencia” de fabricantes de armas de Estados Unidos, contra los que México mantiene una demanda en cortes estadounidenses, tras la matanza de 19 niños y dos maestras en una escuela de Texas.
“Hay una manifiesta negligencia de parte de esta industria. No vamos a quitar el dedo del renglón, vamos a seguir adelante”, dijo Ebrard.
Con esto último hizo alusión a la demanda judicial en la que México acusa a ocho productores de armas estadounidenses de un comercio descuidado. Con ello “facilita su tráfico ilegal hacia los cárteles del narcotráfico mexicanos”.
La masacre en la escuela primaria de la pequeña localidad de Uvalde, Texas, a una hora de la frontera con México, fue perpetrada por un adolescente de 18 años que compró un fusil legalmente.
“Que a un joven se le venda un arma de asalto a los 18 años, a lo que conduce es a este tipo de tragedia, es una tragedia inmensa”, agregó Ebrard. Añadió que está “profundamente entristecido” por el ataque.
El canciller mexicano subrayó que el alegato mexicano, presentado en agosto del año pasado ante una corte federal de Boston, habla “esencialmente” en la negligencia de las empresas productoras de armas.
“PROPAGANDA DE ARMAS CON GENTE MUY JOVEN”
“Por ejemplo, la empresa que produce esta arma, el —fusil de asalto— AR15, hace propaganda de sus armas con gente muy joven. Esto se puede observar en su página de internet”, abundó Ebrard durante una conferencia de prensa.
El rifle AR-15 —fabricado por Colt, una de las compañías incluidas en la demanda mexicana— está concebido para provocar el mayor número posible de víctimas en un tiempo récord, según datos de la industria.
La tragedia de Uvalde, la peor en una escuela estadounidense en una década, multiplica la cólera y las preguntas sobre cómo limitar la venta de armas en ese país. Ese hubiese sido un control para evitar la matanza.
En tanto, los testigos del tiroteo cuestionaron la respuesta de la policía. Padres de las víctimas aseguraron que suplicaron, sin éxito, a los agentes que entraran en el edificio y detuvieran la masacre.
En rueda de prensa, el gobernador Greg Abbott reveló que el atacante, Salvador Ramos, quien fue abatido por la policía, disparó a su abuela de 66 años en la cara antes de dirigirse a la Escuela Primaria Robb. N
Con información de AFP