En la capital de Guanajuato, México, ciudadanos y especialistas luchan por proteger la identidad de los cuerpos momificados que se encuentran en el Museo de las Momias. Ello luego del anuncio de la probable construcción de un nuevo recinto para los cuerpos momificados.
Especialistas en la actividad turística de Guanajuato y defensores del patrimonio comunitario señalan que el proyecto del nuevo museo no cumple con los requerimientos para el cuidado y exhibición de las momias.
Paloma Robles, ingeniera bioquímica con maestría en artes y exdirectora del Museo de las Momias de Guanajuato, se ha dedicado a proteger este patrimonio comunitario. Ha intercedido en la protección de las momias desde el activismo e interpuesto innumerables recursos legales. Sobre todo, después de que este patrimonio fue sacado del museo sin protocolos de conservación por un probable conflicto de interés desde la presidencia municipal.
Mario Alejandro Navarro fue electo presidente municipal del municipio de Guanajuato en 2018. Durante su mandato solicitó que las momias fueran retiradas del museo para exhibirlas en eventos recreativos como sucedió en La Subterránea.
El sitio conocido como La subterránea corresponde a los 8 kilómetros de túneles en la ciudad de Guanajuato. La zona conserva gran cantidad de humedad, ya que hace décadas fue un río subterráneo.
CONTAMINANTES Y HUMEDAD
Hoy día, La Subterránea se usa como paso de vialidad y es uno de los puntos turísticos de la ciudad. De acuerdo con la ingeniera Paloma Robles, este es un sitio poco salubre para realizar eventos y llevar a las momias ahí, como sucedió el 31 de octubre de 2018.
“Bajó a las momias a La Subterránea porque creó un nuevo concepto de diversión familiar y turístico al que llamó Túnel de Tradición. Es uno de los atractivos turísticos del municipio, pero hace 50 años aproximadamente el sitio era un río.
“El lugar que conserva contaminantes y humedad. Es divino y espectacular, pero inapropiado para la materia orgánica. Incluso representa un riesgo sanitario para los vivos”, señala Paloma Robles en entrevista con Newsweek en Español.
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Para la ingeniera, las momias son parte de su vida y las considera integrantes de su familia. No puede verlas con indiferencia, ya que, considera, tiene una conexión y responsabilidad de cuidado hacia ellas. “Cuando vi los eventos en La Subterránea me di cuenta de que teníamos que cuidarlas. He hecho todo lo que he tenido que hacer, todo lo que se me ocurre y me sugieren. Lo indispensable”, señala.
La ingeniera explica que una momia es un cadáver que, por mecanismos naturales o artificiales, se preserva en condiciones tales que permite identificar los rasgos que el ser tuvo en vida.
EL PROCESO DE MOMIFICACIÓN
Existen tres tipos genéricos de momificación: natural, artificial y natural inducida. El origen etimológico de la palabra “momia” se deriva del persa “mum” y se traduce al castellano como “cera”, elemento que se usaba para la conservación de los cuerpos.
Al igual que otras culturas en el mundo, en México existe la tradición del aprecio y respeto por los muertos como un sentido de dignidad, veneración y admiración.
Sin embargo, en Guanajuato ese sentido de dignidad y respeto a las momias está en juego. Por esa razón, la ciudadanía y sociedad civil buscan protegerlas junto con su museo.
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El proceso de momificación de las momias de Guanajuato se debe a un mecanismo espontáneo y natural con unos 150 años de antigüedad.
Las momias de Guanajuato proceden del panteón municipal de Santa Paula, inaugurado el 13 de marzo de 1861. Es el primer panteón civil de la ciudad gracias a las Leyes de Reforma impulsadas por el entonces presidente, Benito Juárez, y a la Ley de Secularización de Cementerios.
GAVETAS Y MOMIFICACIÓN
Dicha ley menciona que los entierros pueden suceder por una temporalidad de cinco años. Al término del quinquenio se deben exhumar los cuerpos si no se renueva el pago de derecho por el uso del espacio.
En esa lógica, el cuerpo del médico francés Remigio Leroy, muerto el 9 de junio de 1865 por disentería —enfermedad que se refiere a la inflamación de los intestinos y diarrea con sangre—, fue exhumado el 23 de junio de 1870.
Remigio Leroy fue la primera momia descubierta en el Panteón de Santa Paula. De acuerdo con el proyecto Momias de México del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), las entidades con mayor número de ejemplares de momias son Sonora, Chihuahua, Coahuila, Durango y Tamaulipas.
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Esto sucede porque en la región norte del país el ecosistema que predomina es semidesértico, con grandes extensiones áridas y poca precipitación pluvial durante el año.
Los cuerpos momificados en Guanajuato provienen de las gavetas. Estas estructuras son verticales, en ellas se apilan los ataúdes y tienen siete niveles. También se les conoce como columbarios con la ventaja de no tener contacto con el exterior.
MOMIAS, UNA MUERTE INCONCLUSA
En ellas ni el oxígeno ni la humedad ingresan, lo que facilita que el cuerpo se deshidrate sin descomponerse. De acuerdo con la ingeniera Robles Lacayo, las personas que trabajan en el panteón señalan tener un registro de que seis de cada 100 cuerpos exhumados salen momificados.
“Para nosotros la momificación es un proceso muy natural. Se da en casi todos los estados del país, pero en Guanajuato es relevante por la frecuencia del fenómeno”, describe Robles a este medio.
De acuerdo con la ingeniería biomédica, existen cuatro factores físico-químicos que retardan la descomposición de la materia orgánica: temperatura, humedad, oxígeno y acidez.
“Las gavetas crean esta condición de hermetismo como ‘microambiente’, puesto que son de cemento y se sellan con una lápida de cemento. No hay intercambio al exterior ni de oxígeno ni de humedad”, explica la experta.
De acuerdo con Robles Lacayo, al ser las momias cuerpos que tienen la descomposición dormida, esta no se debe reactivar. La bibliografía sugiere condiciones controladas de humedad.
SIN PROTOCOLOS DE PROTECCIÓN
Newsweek en Español tuvo acceso a las solicitudes de información que la ingeniera Robles Lacayo solicitó al Ayuntamiento de Guanajuato con el objetivo de saber la cantidad de momias que habían sido sacadas durante el periodo del 10 de octubre de 2018 al 15 de junio de 2020.
Incluso, solicitó también al Museo de las Momias de Guanajuato el inventario administrativo con la totalidad de piezas momificadas de la colección.
“Por transparencia pedí el diagnóstico de deterioro de cada uno de los cuerpos trasladados [en las exhibiciones itinerantes]. Primero reservaron la información y luego impugné. Luego me ofrecieron el catálogo fotográfico que se trabajó en mi época, en 2017. O sea, no se hizo”, expresa la especialista.
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Sin un protocolo de protección para las momias de Guanajuato, la maestra Robles enfatiza en la necesidad de contar con un diagnóstico de cada cuerpo momificado, pues cada uno requiere de un tratamiento diferente en función de sus características y deterioro.
Hasta la década de 1970, las momias eran expuestas sin vitrinas. Los visitantes, al dudar de su autenticidad, desprendían pedazos de estos cuerpos. De acuerdo con la experta, algunas momias presentan quemaduras de colillas de cigarro o navajazos.
VULNERAR LA DIGNIDAD DE LA PERSONA
“Por eso hay que hacer una revisión profunda de cada uno de los cuerpos, saber incluso qué carga microbiana tienen. Si tienen bacterias u hongos, si tienen colonias vivas o apagadas, si alguna tiene daño por humedad o iluminación. O si la posición pudo haber significado desgaste”, añade.
Sin un protocolo de cuidados específico para cada cuerpo momificado, la maestra Robles realizó una solicitud de opinión técnica-bioética a la Comisión Nacional de Bioética respecto a la exposición de las momias en el museo y eventuales muestras itinerantes.
En el Oficio No. CONBIOÉTICA-CN-127-2020, del que Newsweek en Español conserva copia, la Comisión Nacional de Bioética señala: “Si bien el estudio de los restos humanos revela información de gran relevancia para las poblaciones contemporáneas sobre las tradiciones, costumbres, enfermedades, aspectos evolutivos y de variabilidad humana, el manejo y exhibición inadecuado también puede vulnerar la dignidad de la persona”.
Ante esto, y con la amenaza de que se construya un nuevo museo para las Momias de Guanajuato, la experta en conservación del patrimonio comunitario señala que, de acuerdo con los planos, este no cumple con las especificaciones propias de un museo.
“Un museo por definición es una institución educativa”, señala. Sin embargo, los planos muestran una construcción nueva que incluye locales comerciales encima del piso donde se busca colocar a las momias.
AGRAVIO A LA DIGNIDAD HUMANA
El nuevo museo, además, ya no conservaría los aspectos específicos que propician el proceso de momificación de los cuerpos.
Lo ideal, de acuerdo con el Dr. Rafael Guerrero Rodríguez, especialista en turismo oscuro y desarrollo y evaluación de aplicaciones tecnológicas para la promoción turística, es construir con base en la investigación una museografía que dignifique la vida e identidad de las momias.
“En 120 años nadie se preocupó por darles un nombre digno y una museografía digna a estos cuerpos, [solo] construir historias fantásticas y sin ningún tipo de sentido. Nunca lo entendí. Banalizar el patrimonio por motivos económicos y comerciales”, señala el especialista en entrevista con Newsweek en Español.
“México es una referencia lamentable de agravio a la dignidad humana por uso de restos humanos en contextos dedicados a la diversión, entretenimiento y espectáculo, en calidad de atractivo circense”, concluye la experta y activista Paloma Robles. N