LA ESCALADA de la violencia entre israelíes y palestinos “debe cesar inmediatamente” exigió el martes el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien se manifestó “profundamente preocupado” por la situación.
“Las fuerzas de seguridad israelíes deben ejercer la máxima moderación y calibrar el uso de la fuerza”, señaló Guterres, quien también dijo que “el lanzamiento indiscriminado de cohetes y morteros contra los centros de población israelíes es inaceptable”.
“Las Naciones Unidas trabajan con todas las partes implicadas para desescalar urgentemente la situación”, expresó en el comunicado aunque sin dar mayores detalles.
Hasta las primeras horas de este martes se había contabilizado al menos 28 personas muertas, incluidos nueve niños, luego de los ataques aéreos del ejército israelí sobre Gaza, en respuesta a una andanada de cohetes disparados por Hamas y otros militantes palestinos, en medio de una espiral de violencia provocada por nuevos disturbios en Jerusalén Este que se saldaron con 500 heridos.
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Medios internacionales informaron que el martes por la mañana los hospitales de Jerusalén Este ya tenían una ocupación llena por la gran cantidad de palestinos heridos, en tanto, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, anunció un incremento de los ataques israelíes contra Hamás.
Estados Unidos también hizo un llamado este martes a Israel y Palestina para cesar las muertes de civiles, algo que consideró “profundamente lamentable” después de los ataques aéreos del estado hebreo en respuesta al lanzamiento de cohetes de Gaza.
“Israel tiene derecho a defenderse. Al mismo tiempo, los informes de muertes de civiles son algo que lamentamos y nos gustaría que cesara”, dijo a la prensa el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
“No queremos ver provocaciones. Las provocaciones que hemos visto han resultado en una pérdida de vidas profundamente lamentable”, dijo.
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Palestina e Israel viven uno de los enfrentamientos más cruentos en años, hasta ahora más de 200 cohetes han sido lanzados desde la Franja de Gaza hacia Israel como respuesta a varios ataques que iniciaron desde hace una semana, informó el movimiento islamista Hamás.
Los primeros enfrentamientos se suscitaron entre manifestantes palestinos y policías israelíes a inicios de mayo y con el paso de los días han dejado un saldo de centenares de heridos en Jerusalén Este.
El punto de discordia es Jerusalén. Israel considera que toda la ciudad es su capital “indivisible” mientras que los palestinos quieren que Jerusalén Este sea la capital del Estado al que aspiran.
El 3 de mayo se produjeron los primeros disturbios en la región de Sheij Jarrah, cercano a la ciudad vieja de Jerusalén Este, cuando palestinos se manifestaron en apoyo a familias palestinas amenazadas de expulsión de sus viviendas, en beneficio de colonos judíos.
La Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos ha condenado la violencia de las últimas semanas en los territorios palestinos ocupados e Israel y asegura que las fuerzas de seguridad israelíes han hecho un uso innecesario de la fuerza contra los manifestantes palestinos que protestan por el desalojo de familias de Jerusalén oriental.
“Las Fuerzas de Seguridad israelíes deben permitir y garantizar el ejercicio de las libertades de expresión, asociación y reunión. Ninguna fuerza debe ser utilizada contra aquellos que ejercen estos derechos pacíficamente. Cuando el uso de la fuerza es necesario debe hacerse respetando plenamente las normas internacionales de los derechos humanos, que prohíben el uso innecesario y desproporcionado de la fuerza. Esto no ha sido el caso en los últimos días”, dijo el portavoz Rupert Colville.
Según la Media Luna Roja, 915 palestinos han resultado heridos en Jerusalén Oriental y 200 en Cisjordania. N