Puebla, Pue. Desde hace 16 años Haydé Castillo, es maestra de idiomas en una escuela nivel medio superior, la cual pide sea reconocido el trabajo de los maestros durante la pandemia por Covid-19, ya que le invierten el triple de su tiempo para poder preparar una clase, pero, sobre todo, porque han hecho todo lo que está a su alcance para apoyar a los estudiantes.

En entrevista para Lo de Hoy, señaló que lo que tuvo que cambiar de las clases presenciales a virtuales fue el uso de los libros, por lo que tuvo que genera guías para cada bimestre y generar guías, fue como generar el libro, para ello fue necesario material que se adaptara al aprendizaje en línea, tanto actividades como lo teórico, ocupando diversas fuentes que se tuvieran al alcance de los alumnos.

Contó que el generar las guías de aprendizaje le implicó invertirle mucho tiempo y trabajo, si bien dijo que fue una buena estrategia, sí generó más trabajo.

La maestra dijo que, si bien no cuenta con tiempo completo, sí cuenta con 9 horas a la semana, pero ejemplificó para dar una hora de clase le invierte cerca de tres horas más, debido que se debe preparar la clase, así como la evaluación y el tiempo que se invierte en reportar todas tus actividades a los superiores, ya que, ante la Secretaría de Educación, debe haber evidencias de que se están llevando a cabo los mecanismos para poder realizar las clases con resultados de manera correcta.

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Con incomodidad contó que para los maestros es incómodo que los superiores los saturen con correos, mensajes de WhatsApp, debido que a es muy estresante y agotador. Lo mismo sucede con los padres de familia y alumnos a deshoras recibe llamadas telefónicas o mensajes de texto para explicar la razón por la que no entregaron tareas o para resolver sus dudas.

En cuanto, a la inversión que tuvo que realizar para poder llevar sus clases virtuales, platicó que no sólo tuvo que capacitarse y adaptarse al uso de las plataformas digitales, también tuvo la necesidad de comprar un celular, porque su sueldo no le da para comprar una computadora nueva y tuvo que pedir un equipo prestado, y convertirse en profesora las 24 horas del día.

Haydé, contó que a pesar de que recibieron capacitación para dar clases virtuales, su escuela, estipuló que trabajarían en salas de Messenger para que los alumnos pudieran tener acceso a las clases virtuales, debido a que muchos adquirieron un celular y con ello un paquete con todas las redes sociales para poder simplificar su acceso, ya que una plataforma para poder trabajar es meet, pero a los alumnos les consume de manera considerable sus megas.

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Dijo que se sienten frustrados, pues de un grupo de treinta alumnos, actualmente se conectan cinco, calificó como pobre la calificación su participación, ya que dijo que sólo 15 alumnos son los que mandan tareas, aunque han hablado con los padres y han firmado cartas compromiso para que los alumnos ingresen a clases, sin embargo, no se cumple con nada y aún así la calificación debe ser aprobatoria, lo cual no es justo para los alumnos que sí cumplen en clases, tareas y participación.

“Hemos ido a la escuela citando a los papás que no han respondido, se han hecho reuniones, para platicar el motivo de la ausencia, se les concientiza, firman cartas compromiso y a la mera hora no mandan nada”, acotó.

Dijo que muchos de estos casos si cuentan con internet, pero hay apatía para cumplir con clases, debido a que reciben una calificación y eso echa por la borda el trabajo que se realiza de manera diaria y con tantas horas invertidas.

Dijo que en contraparte existen alumnos que han cambiado mucho en el sentido de aplicarse a sus clases, a que se han adaptado para bien y poder seguir creciendo ante las adversidades que se presenten.

*BC *JR

Con información de Diario Puntual