Acelerar el ritmo para garantizar que las mujeres tengan un lugar en el gobierno y ocupen más posiciones de liderazgo del sector público fueron las conclusiones de la reunión anual de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW) de la ONU.
Tras dos semanas, la sesión 65 de este grupo de trabajo concluyó este viernes reconociendo que se necesitan medidas especiales de carácter temporal, además de “cuotas de participación” y una mayor voluntad política para permitir que las mujeres ocupen posiciones de poder y se valore su capacidad para la toma de decisiones.
“Esta es la primera sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer en 15 años que aborda el tema de la participación de las mujeres en la vida pública y estas Conclusiones Acordadas suponen avances importantes”, dijo Phumzile Mlambo-Ngcuka, directora ejecutiva de ONU Mujeres, quien además ocupa la secretaría general de la Comisión.
En el contexto de la pandemia por COVID-19, las Conclusiones Acordadas afirman que la crisis está profundizando las desigualdades preexistentes que perpetúan formas de discriminación múltiples e interrelacionadas.
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Sin embargo, datos recientes muestran que las mujeres tienen baja representación (24%) en los grupos gubernamentales de atención a la pandemia, en todo el mundo.
Dedicada a revisar y analizar el estatus de las mujeres en el mundo, la Comisión recomienda acciones concretas para remediar la situación actual de desigualdad entre géneros, como cambiar las leyes que obstaculizan la participación de las mujeres en la vida pública, establecer plazos para el equilibrio de género en el gobierno a través de medidas como cuotas o nombramientos, y promover que más candidatas mujeres se postulen a posiciones de gobierno.
Además, impulsa medidas para eliminar, prevenir y responder a todas las formas de violencia contra mujeres y niñas en espacios públicos y privados.
Las Conclusiones Acordadas también exigen el fin de la impunidad de los perpetradores de violencia y la asistencia a las víctimas y sobrevivientes, por ejemplo, mediante el apoyo psicosocial, la vivienda asequible y el empleo.
“Las mujeres del mundo han dejado muy claro que el pasado y el status quo no han satisfecho su necesidad de igualdad de género”, dijo Mlambo-Ngcuka.
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En el documento “La participación y la toma de decisiones plenas y efectivas de las mujeres en la vida pública, así como la eliminación de la violencia, para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todos las mujeres y las niñas”, la Comisión expresa su preocupación los efectos negativos de la pandemia para obstaculizar la participación y la toma de decisiones de la mujer.
También se subraya la importancia de que se garantice la seguridad de las defensoras de los derechos humanos, miembros de organizaciones de mujeres y los movimientos feministas para que sean protegidos de la violencia por participar en manifestaciones públicas.
Además hace una mención especial las industrias de los medios de comunicación, la publicidad, el cine y la televisión para revertir la discriminación basada en el género en la representación de las mujeres.
A pesar de que la pandemia provocó que la 65 sesión de la Comisión fuera virtual, durante las dos semanas de reuniones, casi 70 ministros de todo el mundo participaron en las mesas redondas y hubo presencia digital de 10,000 representantes de más de 850 organizaciones de la sociedad civil.
