ANDREI DOROSHIN, director ejecutivo de Philly Fighting COVID, empresa que trabajó con la ciudad de Filadelfia para distribuir vacunas contra el coronavirus, admitió que hurtó algunas vacunas.
El joven de 22 años confesó este jueves en el programa Today de la NBC que “cometió un error al apoderarse de vacunas de la asociación, que creó en 2020 con voluntarios, para vacunar a sus amigos”.
Pero aseguró que tras un día de vacunación masiva a personas que cumplían con los requisitos, habían sobrado cuatro vacunas que expirarían si no eran usadas, y por eso decidió vacunar él mismo a sus amigos.
“Las dosis iban a expirar. Es mi error. Es un error que cargaré conmigo hasta el fin de mi vida pero no es un error de la organización”, dijo Doroshin a NBC.
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Desde entonces, la ciudad cortó relación con la asociación que tampoco reveló que se convirtió en una empresa con fines de lucro, luego de recopilar la información personal de miles de residentes.
Doroshin sostuvo que él y su grupo hicieron llamadas buscando personas en alto riesgo que calificaban para una vacuna pero no pudieron encontrar a nadie.
“Por qué tenemos que depender de una organización que tiene menos de nueve meses, iniciada por estudiantes principalmente para producir PPE, y no por organizaciones que tienen un historial comprobado de ayudar a las personas a abordar el COVID-19, me supera”, dijo la concejal Katherine Gilmore Richardson.
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Inicialmente, el PFC estaba haciendo pruebas para detectar el coronavirus y se instaló en el Centro de Convenciones de Pensilvania, donde dirigieron clínicas de vacunación e inyectaron a casi 7,000 personas pero en las últimas semanas, el departamento de salud dijo que PFC también dejó de hacer pruebas para detectar el virus, un componente clave de la asociación.
Todavía no se sabe si Doroshin, quien dice que recientemente recibió amenazas de muerte, enfrentará algún cargo penal. El fiscal de distrito de Filadelfia, Larry Kraner, y el fiscal general de Pensilvania, Josh Shapiro, están investigando el asunto. N