LA VIOLENCIA perpetrada dentro y fuera del Capitolio instaló un estado de alerta en los funcionarios de defensa de Estados Unidos que temen un ataque interno u otra amenaza por parte de los elementos de la Guardia Nacional involucrados en resguardar la toma de posesión del presidente electo Joe Biden, esto llevó a la FBI a investigar a los 25,000 soldados que ingresaron a Washington para el acto, de acuerdo con AP.
Las autoridades estadounidenses mantienen las sospechas que algunas de las mismas personas asignadas para proteger la ciudad durante los próximos días puedan representar una amenaza para el presidente entrante y otras personalidades importantes que estarán presentes.
El secretario del Ejército, Ryan McCarthy, dijo a la agencia de noticias AP que “los funcionarios son conscientes de la amenaza potencial” y advirtió a los comandantes que estén atentos a cualquier problema dentro de sus filas a medida que se acerca la inauguración.
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Él y otros funcionarios indicaron que no han encontrado evidencia de amenazas, y la investigación, hasta ahora, no ha señalado ningún problema.
“Continuamente examinamos a cada una de las personas asignadas a esta operación”, dijo McCarthy en una entrevista después de que él y otros elementos militares realizaron un exhaustivo simulacro de seguridad de tres horas en preparación para la inauguración del miércoles.
Dijo que los miembros de la Guardia también están recibiendo capacitación sobre cómo identificar posibles amenazas internas.
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Son aproximadamente 25,000 miembros de la Guardia Nacional que continúan llegando a Washington desde todo el país, lo que significa un número dos veces mayor al que ha resguardado las inauguraciones anteriores. Y mientras el ejército revisa rutinariamente a los miembros del servicio en busca de conexiones extremistas, la investigación de la FBI se suma al monitoreo.
“La pregunta es, ¿son todos ellos? ¿Hay otros? ” dijo McCarthy. “Tenemos que ser conscientes de ello y tenemos que poner en marcha todos los mecanismos para examinar a fondo a estos hombres y mujeres que apoyarían cualquier operación como esta”.
En una situación como esta, la investigación de la FBI implica pasar los nombres de las personas a través de bases de datos y listas de vigilancia mantenidas por la oficina para ver si surge algo alarmante. Eso podría incluir la participación en investigaciones anteriores o preocupaciones relacionadas con el terrorismo, dijo David Gómez, ex supervisor de seguridad nacional del FBI en Seattle. N