La campaña del presidente Donald Trump, presentó una nueva demanda en el estado de Michigan en un intento de evitar la certificación de los resultados en el territorio, que dan al candidato demócrata, Joe Biden, la victoria por más de 146,000 votos.
La demanda pide a un juez federal que evite al estado certificar “votos fraudulentos”, aquellos que han sido recibidos tras el día de las elecciones, el pasado 3 de noviembre, así como los que han sido procesados “cuando no estaban presentes los observadores”.
Se trata del tercer recurso que la campaña presenta en dicho estado para detener el recuento o evitar que los votos por correo que han sido escrutados después del 3 de noviembre sean tenidos en consideración.
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Las otras dos demandas no han prosperado en el estado de Míchigan, según informaciones del diario ‘USA Today‘. Sin embargo, Trump insiste en rechazar los resultados que muestran a Biden como el ganador de las presidenciales en Estados Unidos y pide seguir adelante con los recursos judiciales en al menos cuatro estados.
La campaña de Trump no ha podido, además, demostrar que existan indicios de fraude electoral, tal y como alega el actual presidente, que tendrá que abandonar la Casa Blanca antes del 20 de enero de 2020 una vez se declare oficialmente la victoria de Biden.
Aunque las proyecciones de la cadena CNN ya dan a Trump los 3 votos electorales de Alaska, donde cuenta con el 56,9 por ciento de las papeletas frente al 39,1 por ciento de Biden, el candidato demócrata ganaría igualmente los comicios al contar con mayor número de votos electorales (y más de los 270 necesarios para ganar).
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Con 279 votos electorales frente a los 217 de Trump, Biden ha sido proyectado ganador de los comicios por los principales medios de comunicación estadounidenses. El exvicepresidente estadounidense se habría hecho con el 50,8 por ciento de los votos, mientras que el magnate neoyorquino ha recibido el apoyo del 47,4 por ciento de los electores.
Aún quedan tres estados confirmar los resultados: Arizona, Carolina del Norte y Georgia. Solo en Carolina del Norte va Trump a la cabeza, si bien hacerse con este estado no sería suficiente para lograr la victoria.
