El gobierno de Vladimir Putin enfrenta una serie de críticas en distintas partes del mundo por el probable envenenamiento de uno de sus principales opositores, Alexander Navalni, aunque el Kremlin insiste en negar cualquier relación con su estado de salud.
Luego de que médicos del hospital berlinés de la Charité afirmaran que había hallado “signos de envenenamiento” en el organismo de Navalni, los gobiernos de Alemania, Estados Unidos y Francia, así como la Unión Europea, urgieron una investigación.
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo el lunes que los resultados de los expertos anunciados poco antes por los médicos alemanes “apuntan hacia un envenenamiento” y pidió que los responsables fueran “llevados ante la justicia”.
“Las autoridades en [Rusia] están llamadas de manera urgente a resolver este caso hasta el más mínimo detalle y con toda transparencia”, exhortó en un comunicado conjunto con su ministro de Relaciones Exteriores, Heiko Maas.
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Para Francia, se trató de un “acto criminal perpetrado contra uno de los principales actores de la política rusa“. El ministerio de Relaciones Exteriores dijo que los responsables de este acto deben ser identificados y llevados ante la justicia”.
El embajador estadounidense en Moscú, John Sulliva, pidió este martes una “investigación inmediata completa y transparente de parte de las autoridades rusas“.
El número dos de la diplomacia estadounidense, Stephen Biegun, de visita en Moscú el martes, se declaró igualmente “profundamente preocupado” por el estado de salud de Nalvani y por el “impacto en la sociedad civil rusa” de este posible envenenamiento.
Por su parte, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, se sumó a la solicitud de “una investigación independiente y transparente sobre el envenenamiento”.
El principal líder opositor al Kremlin se encuentra hospitalizado en coma en Berlín tras haber sido trasladado desde Siberia, donde se encontraba ingresado en un nosocomio después de haberse sentido mal el jueves a bordo de un avión.
La respuesta de Rusia
Ante la ola de críticas el portavoz del presidente ruso, el Kremlin estimó que los médicos alemanes se apresuraron en asegurar que el opositor fue envenenado.
“El análisis médico de nuestros médicos y el de los de Alemania concuerdan por completo. Pero sus conclusiones difieren. No entendemos este apuro de parte de los colegas alemanes”, dijo Dmitri Peskov, portavoz del presidente ruso.
Según Peskov, el envenenamiento “es una pista entre otras, pero hay muchas otras pistas médicas“.
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Los médicos del hospital de Berlín en el que se encuentran Navalni anunciaron el lunes haber llegado a la conclusión de que el opositor ruso fue intoxicado con “una sustancia del grupo de los inhibidores de la colinesterasa”, pero sin poder precisar cuál.
Esta enzima puede ser utilizada, en dosis bajas, contra la enfermedad de Alzheimer. Pero en función de la dosis, puede ser muy peligrosa y producir igualmente potentes agentes neurotóxicos, del tipo del agente Novichok.
Peskov insistió en el hecho de que los médicos alemanes “no identificaron ninguna sustancia”.
A su entender, los médicos rusos también constataron que Navalni sufría de un nivel de colinesterasa demasiado bajo, pero que no se podía deducir por ello que haya sido envenenado”.
“Esta baja (de colinesterasa) puede tener numerosas causas, por ejemplo la ingestión de algunos medicamentos. Es necesario establecer la causa, y esta causa no la identificaron ni nuestros médicos ni los médicos alemanes”, señaló.
“No sabemos si fue o no envenenado”, concluyó.
Los precedentes
Muchos detractores del poder ruso fueron asesinados en los últimos años, como el opositor Boris Nemtsov o la periodista Anna Politkóvskaya, sin que jamás se haya establecida la verdad de lo ocurrido.
Otros fueron envenenados, como el ex doble agente ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia en marzo de 2018 en el Reino Unido, justamente a través de Novichok.
Los servicios especiales rusos fueron señalados con el dedo por la investigación y la mayoría de las capital occidentales, pero el Kremlin rechazó de plano las acusaciones.
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Rusia también rechazó cualquier responsabilidad en el envenenamiento con polonio 210, sustancia radiactiva, de un ex agente de los servicios secretos que pasó a la oposición, Alexandre Litvinenko, en 2006 en Londres.
Otros opositores dijeron haber sufrido envenenamientos, como Piotr Verzilov, militante del grupo contestatario Pussy Riot, que en 2018 también recibió atención médica en Berlín.
Navalni ya ha sido víctima de varios ataques físicos. En 2017, fue rociado con un producto antiséptico en los ojos a la salida de su oficina en Moscú.
Y en julio de 2019, cuando cumplía una corta condena en la cárcel, sufrió súbitamente una erupción cutánea en el torso y denunció que había sido envenenado. Las autoridades explicaron que había tenido “una reacción alérgica”.
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Con información de AFP