Las páginas en Facebook contra las vacunas al momento son mejores para atraer a los usuarios indecisos a su causa que sus pares a favor de la ciencia, según han descubierto los investigadores.
Mientras los sitios de redes sociales tienen dificultades para purgar la desinformación y las teorías de conspiración de sus plataformas, incluidas campañas relacionadas con el COVID-19, un estudio ahora ha mostrado cómo las posturas diferentes con respecto a las vacunas han evolucionado y competido al paso del tiempo. El proyecto, encabezado por Neil Johnson, profesor de física en la Universidad George Washington, analizó comunidades de Facebook que contenían cerca de 100 millones de individuos, agrupándolos en “cúmulos” para hacer un esquema de cómo interaccionan los miembros, intercambiando y compartiendo ligas.
Los cúmulos fueron codificados por color, esquematizados y analizados. Y los resultados fueron sorprendentes, dijo Johnson a Newsweek, describiendo la situación actual como una “tormenta perfecta” que podría ver la información legítima ahogada por ciencia alternativa y falsa.
“Esperábamos hallar una red donde la ciencia médica establecida/asesoría de salud pública del gobierno (‘Azul’) forma un núcleo muy fuerte, rodeado por un número pequeño de comunidades bastante desorganizadas que expresan una visión alternativa, como oponerse a las vacunas (‘Rojo’). Hallamos exactamente lo opuesto”, dijo Johnson. “Más bien, hay una compleja guerra en línea entre tres partes sobre la confianza en la ciencia médica establecida y las guías de salud, y los Rojos ahora están al volante.
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“En vez de ser una guerra entre dos bandos, Rojos vs. Azule, la oposición a as vacunas ha atraído a la población enorme de personas que por lo general no habla mucho en línea sobre estos asuntos; las comunidades en Facebook de amantes de las mascotas o padres con un interés en particular. Estos usuarios son similares a una población civil en una insurgencia. Los llamamos ‘Verdes’. Los Azules están combatiendo en el lugar equivocado, contra un solo bando”.
Los hallazgos del equipo sugirieron que las páginas de Facebook contra las vacunas son más pequeñas pero más rápidas que las comunidades a favor de las vacunas, y dan la impresión de haberse “involucrado tremendamente” con los grupos mucho más grandes de usuarios que todavía no forman del todo sus propias opiniones.
En las condiciones actuales, un modelo predictivo usado por los científicos halló que el apoyo a la oposición las vacunas podría llegar a dominar en aproximadamente 10 años.
“Esta es ahora una guerra por los corazones y mentes”, dijo Johnson. “El éxito cada vez mayor de los Rojos radica en el hecho de que los Rojos ahora ofrecen muchos ‘sabores’ atractivos de discurso relacionado con la salud, como cuestionar el papel de las grandes farmacéuticas, el gobierno, las libertades civiles, la libertad de elegir por sus hijos, etc. En contraste, los Azules es como la vainilla, un mensaje de un solo sabor”.
Desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, Facebook ha redoblado sus acciones para combatir las noticias falsas y la desinformación en sus plataformas, con resultados variados.
Esto se debe, en parte, a la escala misma del problema.
La semana pasada, un video repleto de teorías de la conspiración sobre el virus por parte de un activista contra las vacunas se hizo viral y logró atraer millones de vistas antes de ser abordado por el personal de moradores del sitio web. Solo en marzo, Facebook dijo que tenía que desplegar advertencias sobre alrededor de 40 millones de publicaciones que estaban relacionadas con información falsa o poco confiable del COVID-19.
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En abril, Facebook dijo que los moderadores habían eliminado “cientos de miles de artículos de desinformación que podrían llevar a un inminente daño físico”. Estos incluían afirmaciones como beber blanqueador para curar el virus y mentiras de que el distanciamiento social no funciona.
Más recientemente, afirmaciones que conectan el nuevo coronavirus con la 5G se han propagado en el sitio web. No hay una cura conocida o vacuna para el COVID-19, enfatizan los funcionarios de salud.
Según la investigación del equipo de Johnson, publicada en la revista Nature, la gente indecisa es tremendamente activa en las redes sociales, y tiene el potencial de ser influenciada. Y parece que los cúmulos que contienen desinformación y conspiraciones, al contrario de fuentes estrictas de ciencia real basada en evidencias, pueden ofrecer “narrativas atractivas”.
Estos grupos mezclan temas como seguridad, medicina alternativa y especulación sobre la causa y cura del COVID-19, dice el artículo de investigación.
Se halló que quienes se oponen a las vacunas forman dos veces más cúmulos en comparación con los individuos a favor de las vacunas, en arte debido a su cantidad de miembros más pequeña en general. Pero esto solo significa que se involucran donde no pueden hacerlo los cúmulos a favor de las vacunas.
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Los datos del proyecto anteceden al COVID-19 (recopilados entre febrero y octubre de 2019), pero cubrían un período de actividad reciente contra las vacunas conectada con brotes de sarampión.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades dicen que hubo más de 1,200 casos individuales de sarampión en 31 estados el año pasado, que fue la cantidad más grande de casos reportados en Estados Unidos desde 1992. Facebook fue obligado a abordar la desinformación sobre las vacunas durante ese período.
Los investigadores hallaron que los cúmulos contra las vacunas mostraron un crecimiento alto durante los brotes de sarampión, mientras que los cúmulos a favor de las vacunas registraron un crecimiento más bajo.
Algunos cúmulos contra las vacunas aumentaron en más de 300 por ciento, mientras que ningún cúmulo a favor de las vacunas creció más de 100 por ciento. “Esto es de nuevo consistente con la población que se opone a las vacunas siendo capaz de atraer a más individuos indecisos”, dijo el estudio.
Johnson ha seguido monitoreando las tendencias durante el brote actual del nuevo coronavirus, y dice que es crucial enfocarse en quienes no se han decidido.
Haciendo referencia al código de color de los cúmulos, él explicó: “Con el COVID-19, esta es una tormenta perfecta ya que los Azules de por sí no están 100 por ciento seguros sobre la ciencia. Desde el comienzo del COVID-19, ya vemos comunidades Verdes en esta imagen que se vuelven Rojas”.
“De esto se infiere que, en vez de tratar de convencer a los Rojos, lo cual es muy difícil y podría resultar contraproducente y hacerlos más fuertes, los Azules deberían enfocarse en interaccionar inteligentemente con los Verdes. Como en una insurgencia, la batalla debería ser por los corazones y mentes. Los Verdes son mucho más grandes numéricamente en total, y podrían desequilibrar la balanza en contra de la inmunidad de grupo si no hay suficientes Verdes que se vacunen en contra de la COVID-19, cuando surja una vacuna.
“Aun cuando el enfoque es en las vacunas y el COVID-19, lo mismo se aplica para otra desconfianza científica, incluido el cambio climático. No combatas a los Rojos, convence a los Verdes”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek