En medio de la pandemia por el coronavirus, un género de avispas asesinas es la nueva amenaza contra Estados Unidos: proveniente de Asia, a la especie se le conoce como “avispones gigantes” o “avispones asesinos”, y esta es la primera vez que invaden este país.
Los investigadores han explicado que se trata de un insecto que mide aproximadamente dos pulgadas de largo y que esta es la primera vez que arriba al continente americano.
También se ha informado que este avispón asiático gigante, el Vespa mandarinia, llega a matar hasta 50 personas anualmente en Japón, además de que ya ha reducido la población de abejas americanas.
La criadora de abejas de la Facultad de Entomología de la Universidad Estatal de Washington, WSU Insider, Susan Covey, explica que la avispa “es como la caricatura de este monstruo gigante de cara naranja-amarillenta”.
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Las avispas tienen una cabeza grande, de color naranja amarillento que se destaca fácilmente, y un abdomen rayado negro y amarillo, describe la experta.
En diciembre pasado, la avispa llegó a Estados Unidos, mes en el que el Departamento de Agricultura de Washington (WSDA) confirmó cuatro avistamientos.
Según el WSDA, “en el otoño también se encontraron avispas en dos lugares de Columbia Británica”.
Los científicos han señalado como abril el mes en que se inicia el ciclo de vida del avispón gigante asiático. Los investigadores le dijeron a la Universidad Estatal de Washington que la reina se despertaría de la hibernación, exploraría lugares, construiría nidos subterráneos y cultivaría colonias.
El entomólogo de la WSU Extension y especialista en especies invasoras, Todd Murray, dijo a WSU Insider que era un “peligro para la salud y, lo que es más importante, un importante depredador de abejas”.
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Estos insectos son más peligrosos desde fines del verano hasta principios del otoño, cuando se alimentan de la población de abejas melíferas, han explicado los investigadores de la WSU.
A su vez, han dicho que los avispones están atacando las colmenas de abejas: decapitan y matan adultos y comen larvas y pupas. “Unas pocas avispas pueden destruir completamente la colmena en cuestión de horas”.
De acuerdo con los informes de los investigadores, se conoce que “las avispas generalmente no persiguen a los humanos, pero en caso de hacerlo, ni siquiera los trajes de apicultura pueden proteger de las avispas que son más largas y peligrosas que las abejas”.
“Sus picaduras son grandes y dolorosas, con una potente neurotoxina. Múltiples picaduras pueden matar humanos, incluso si no son alérgicos”, explicó Seth Truscott, de la Facultad de Ciencias Agrícolas, Humanas y de Recursos Naturales de la WSU.