Bill Gates dice que quisiera haber hecho mucho más para advertir sobre la amenaza de una epidemia global causada por un agente infeccioso.
El filántropo multimillonario, cofundador de Microsoft y copresidente de la Fundación Bill y Melinda Gates -una de las organizaciones de beneficencia más importantes del mundo- dijo a The Wall Street Journal que se sentía “terrible” porque, a pesar de años de campañas, no había generado la conciencia necesaria ante esta eventualidad.
“Quisiera haber hecho mucho más para dirigir la atención hacia el peligro”, lamentó Gates. “El propósito de hablar del tema es que actuemos y adoptemos medidas para minimizar el daño”.
En su entrevista con el citado diario, Gates describió la actual pandemia de SARS-CoV-2 como la “situación más trágica” que ha experimentado en toda su vida, y afirmó que su fundación desembolsará cientos de millones de dólares para suministros, ayuda e investigaciones.
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Gates agregó que tuvo oportunidad de manifestar sus inquietudes personales en diciembre de 2016, durante una reunión con políticos estadounidenses en la Torre Trump, en la que estuvo presente el ahora mandatario de Estados Unidos.
“Siempre que me reunía con personas del más alto nivel, bien fuera en Europa o en Estados Unidos, aprovechaba la oportunidad para hablar del riesgo de una pandemia”, recordó el magnate de 64 años, en sus comentarios para The Wall Street Journal. Sin embargo, no queda claro cuántos de esos personajes tomaron en serio sus advertencias.
A la fecha, según los datos recogidos por la Universidad Johns Hopkins, al cabo de tres meses de haberse diseminado por todo el mundo, SARS-CoV-2 -el coronavirus que causa la enfermedad respiratoria conocida como COVID-19- ha convertido Estados Unidos en el país con la mayor cantidad de infecciones notificadas, incluidos más de 1.3 millones de casos confirmados, así como más de 80,000 defunciones.
Más allá de expresar sus inquietudes en cuanto a la magnitud de la pandemia actual, hace años que Gates ha manifestado resquemores -tanto públicos como privados- sobre el riesgo que representaría una enfermedad viral de escala mundial, al extremo de que, en diversas ocasiones, previno sobre la falta de preparación de numerosos gobiernos y sus dependencias de salud.
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Una de sus advertencias más memorables se produjo hace cinco años, cuando Gates participó en una presentación TED. “Si algo es capaz de matar a más de 10 millones de personas en la próxima década, lo más seguro es que eso sea un virus altamente infeccioso, y no la guerra”, presagió durante dicha charla.
“No serán los misiles, sino los microbios”, reiteró. “Y en buena medida, eso se debe a que hemos derrochado cantidades enormes en disuasivos nucleares, mientras que hemos invertido muy poco en un sistema capaz de detener una pandemia. No estamos preparados para la próxima epidemia”.
Hace poco, cuando el presidente Trump declaró que retiraría los fondos destinados a la Organización Mundial de la Salud durante la presente crisis, el tecnólogo advirtió que esa decisión era “tan peligrosa como parece”.
En contraste, la Fundación Bill y Melinda Gates informó el mes pasado que estaba expandiendo los fondos dispuestos para responder a la crisis de la COVID-19 (a un total de más de 250 millones de dólares), y aseguró que mantendrá sus esfuerzos para acelerar las pruebas farmacológicas dirigidas a encontrar tratamientos más adecuados.
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Los nuevos fondos estarán destinados a iniciativas para desarrollar vacunas, para fortalecer los sistemas de salud de África y el sur de Asia, y para procurar “suministros médicos esenciales”.
En una entrada reciente del blog donde publica actualizaciones constantes sobre la labor de su fundación, Gates hace la advertencia de que la pandemia de la COVID-19 tendrá un efecto perdurable en el mundo entero.
“La pandemia del coronavirus es un enfrentamiento entre toda la humanidad y un virus”, señaló el mes pasado en su sitio Web. “Los daños a la salud, a la riqueza y al bienestar se han vuelto enormes. Estamos viviendo el equivalente a una guerra mundial. Solo que, en este caso, todos pertenecemos al mismo bando”, concluyó.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek