Un equipo de investigadores de Utah está utilizando cultivos celulares infectados con SARS-CoV-2 -el agente causal de la COVID-19- para determinar la eficacia de un aerosol nasal que contiene un antihistamínico.
Los resultados preliminares del estudio in vitro apuntan a que el maleato de clorfenamina podría reducir la concentración del virus si se utiliza en una solución aplicada en forma de aerosol nasal. Investigaciones previas sugieren que el maleato de clorfenamina (MC) -antiinflamatorio de venta libre que suele indicarse para aliviar síntomas de alergia, resfriado o gripe, como secreción nasal, estornudos, irritación ocular y lagrimeo- es también un antiviral bastante eficaz contra varias cepas de influenza.
Representantes de una farmacéutica de Utah han decidido evaluar los efectos antivirales de MC contra el nuevo coronavirus, para lo cual están trabajando en colaboración con el Instituto de Investigación Antiviral de la Universidad Estatal de Utah y con el Dr. Gustavo Ferrer, especialista en neumología. El estudio consiste en combinar el antihistamínico con una solución para aerosol nasal (que está en proceso de desarrollo) y depositar la mezcla en los cultivos celulares infectados. Según los investigadores, tras un contacto de 25 minutos, el análisis de los cultivos reveló que la cuenta viral se redujo de manera estadísticamente significativa.
Lee más: Estados Unidos autoriza prueba de COVID-19 que se realiza en casa
Dado que el coronavirus se concentra en los tejidos de la nariz, la administración de MC en forma de aerosol nasal podría producir una exposición óptima al medicamento. No obstante, los científicos insisten en que hacen falta pruebas adicionales para evaluar la eficacia de esta estrategia terapéutica en pacientes infectados. Por otra parte, es necesario señalar que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha autorizado el uso de maleato de clorfenamina solo por vía oral (el efecto secundario más importante es somnolencia).
Los autores del estudio in vitro proponen llevar a cabo dos ensayos clínicos: “un estudio aleatorio con control placebo para administrar clorfenamina intranasal a pacientes con concentraciones SARSC-CoV-2 leves a moderadas”, y una investigación adicional para determinar los efectos potenciales de la combinación de MC e hidroxicloroquina en pacientes hospitalizados a causa del coronavirus. Utilizada desde hace tiempo para tratar el paludismo y diversas enfermedades autoinmunes, la hidroxicloroquina es un derivado de la cloroquina, otro fármaco antiparasitario e inmunosupresor utilizado para tratar el paludismo, a veces en combinación con MC.
Si bien la FDA no ha autorizado el uso de la hidroxicloroquina para aliviar los síntomas de la COVID-19, varios científicos están explorando su potencial como opción terapéutica contra el coronavirus actual. No obstante, en fecha reciente, dicha dependencia federal emitió nuevos lineamientos para utilizar hidroxicloroquina en casos de emergencia, autorizando que los médicos administren la sustancia a enfermos hospitalizados por COVID-19 y cuyos síntomas sean graves o pongan en peligro la vida. En estos momentos, diversos ensayos clínicos están evaluando la eficacia de este medicamento con miras a incluirlo en el arsenal médico contra SARS-CoV-2.
Entérate: Misuri, el primer estado en demandar a China por el COVID-19; exige reparación por daños
En un comunicado divulgado el pasado 13 de abril, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos precisaron: “La Administración de Alimentos y Medicamentos no ha aprobado fármaco alguno ni terapias alternativas para prevenir o tratar la COVID-19. A la fecha, el manejo clínico consiste en medidas de control para prevenir la infección, así como en intervenciones exclusivamente de sostén que incluyen oxígeno complementario y, cuando esté indicado, apoyo para ventilación mecánica”.
—-
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek