
La reina Isabel II agradeció el domingo al personal sanitario que trabaja sin descanso contra la pandemia del nuevo coronavirus y a los británicos, que se quedaron en casa para frenar su propagación.
“Quiero agradecer a todos los que están en primera línea” de los servicios de salud públicos y “a todo el personal sanitario” en general, subrayó la reina en un mensaje a la nación considerado histórico.
Convencida de que los británicos “vencerán” a la COVID-19, Isabel II dio las gracias también a los ciudadanos “que se quedan en casa y protegen así a los más vulnerables” del país, donde el coronavirus mató ya a casi 5,000 personas.
Es la cuarta vez en sus 68 años de reinado que pronuncia un discurso televisado especial, fuera de los mensajes anuales por Navidad.
El primer ministro británico, Boris Johnson, que dio positivo por COVID-19, ha puesto a su gobierno en pie de guerra, pidiendo una respuesta colectiva al brote.
Unas 750,000 personas respondieron a su llamamiento a voluntarios para brindar apoyo al Servicio Nacional de Salud (NHS). Los ancianos y las personas vulnerables fueron puestas en autoaislamiento.
Él había pedido 250,000. Las empresas y la industria se han movilizado como nunca desde la Segunda Guerra Mundial.
La reina y su esposo, el príncipe Felipe, de 98 años, se trasladaron al Castillo de Windsor el 19 de marzo como medida de precaución debido a su edad, un factor de riesgo en esta enfermedad.
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Según funcionarios reales, los dos gozan de buena salud y siguen las recomendaciones del gobierno.
Su hijo mayor y heredero al trono, el príncipe Carlos, de 71 años, se ha autoaislado en su finca de Balmoral, en el noreste de Escocia, después de presentar síntomas leves de COVID-19.
La familia real ha suspendido sus compromisos y el discurso del domingo fue grabado por un cámara con equipo de protección, informaron funcionarios reales.