El gobierno de Países Bajos autorizó la apertura de los ‘coffee shops’ siempre y cuando ofrezcan únicamente productos para llevar, un día después de que anunciase que estos establecimientos, frecuentados para el consumo de cannabis, debían cerrar al menos hasta el 6 de abril.
Las imágenes de gente haciendo cola el domingo frente a los ‘coffee shops’ ante el inminente cierre y el aumento de la venta de droga tanto en la calle como a través de Internet motivaron una reunión de autoridades locales y policiales con el Ministerio de Justicia, según Dutch News.
Holanda legalizó en 1976 la posesión, el consumo y la venta al por menor de hasta cinco gramos de cannabis por persona.
Su cultivo y su venta al por mayor, que quedaron bajo control principalmente de bandas criminales, están prohibidos.
El Ejecutivo finalmente ha contemplado para estos establecimientos las mismas medidas que para otros establecimientos de hostelería que ofrecen su producto para llevar.
Mensaje del Primer Ministro
El primer ministro holandés, Mark Rutte, se dirigió el lunes por la noche a la nación –algo inédito desde la crisis del petróleo de la década de los setenta– para insistir en la necesidad de adoptar medidas de “máximo control” para proteger a la ciudadanía.
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En este sentido, ha explicado que la recomendación de los expertos médicos aboga por reducir la curva de contagios, aunque ello conlleve alargar en el tiempo el brote. Considera que es necesario “evitar a toda costa” un contagio masivo, ya que saturaría el sistema médico.
Según el último recuento de las autoridades, en Holanda se han detectado 1,705 casos de contaminación por COVID-19, de los cuales 43 fallecieron.
Con información de AFP y Europa Press.