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Los convertidores catalíticos reducen la emisión de gases tóxicos, un requisito para obtener placas. En Tijuana, Rave Catalizadores los ofrece a bajo costo. Además te compra el que no necesitas.
A nivel mundial existe un déficit de metales como el paladio, pero en Tijuana hay una empresa que lo recicla y ofrece una segunda vida útil a convertidores catalíticos para autos, que limpian el aire.
Se llama Rave Catalizadores y se dedica a la compra y venta de catalizadores.
Estos son los componentes del motor que funcionan como filtro y convierten los gases tóxicos en sustancias no dañinas para el medio ambiente.
De ellos, Rave Catalizadores extrae el paladio, platino y rodio, que sirven para fabricar nuevos productos, como sistemas de cableado de visión nocturna, joyería, electrónica y partes para naves espaciales de la NASA, por mencionar algunos.
Pero también ofrece catalizadores nuevos y usados en buen estado para los automóviles que no cuentan con uno.
Los conductores de autos están obligados a mantener bajo control su emisión de contaminantes a la atmósfera, según la Ley de Protección al Ambiente para el Estado de Baja California. Es un requisito para pasar la prueba de Verificación Vehicular Ambiental y obtener placas.
Los clientes principales de Rave Catalizadores son talleres de mofles, talleres mecánicos, recicladores y recolectores que trabajan en diferentes puntos de la ciudad.
“Los recolectores trabajan durante el día y al final vienen y se los pagamos. Cualquier persona que tenga un convertidor catalítico puede venir a venderlo”, dice Adrián Velazco, director de Rave Catalizadores, quien tiene 20 años en la industria del reciclaje de los convertidores catalíticos.
Su abuelo inició este negocio hace más de tres décadas y Adrián representa a la tercera generación de su familia en esta industria.
Aunque Rave Catalizadores se constituyó como empresa en 2017 y recientemente sumó a Rave Mofles, el taller al que la gente puede ir y vender el catalizador de su auto e instalar, ahí mismo, uno nuevo para que el vehículo siga funcionando de manera correcta.
El director de la empresa dice que un catalizador no se puede reparar. Tiene un tiempo de vida limitado que es de diez años o al exceder las 100 mil millas.
Si se destruye, la cerámica se aparta, se manda a fundir, se extraen los metales y el cascarón del catalizador, todo lo que cubre la parte externa, se recicla.
Adrián opina que la producción de vehículos a nivel mundial es tan grande, que por eso las empresas automotrices incrementan el precio de los autos para poder adquirir los metales.
“Gracias a tantísima escasez que hay y a la necesidad de vehiculos a nivel mundial el metal aumenta su valor y las agencias automotrices lo que hacen es aumentar el precio de los automóviles para poder comprar el platino, rodio y paladio”, comenta.
Dos tercios del uso global de paladio se utiliza en el sector automotriz y en 2020 se acentuará su escasez debido a la creciente demanda en esa industria, según el PGM Market Report, que analiza las tendencias del mercado de los metales.
Su proveeduría es una de las necesidades que satisface Rave Catalizadores.
Además del control de la contaminación.
Los vehículos en las ciudades contaminan la calidad del aire en un 70% aproximadamente, según el subsecretario de Desarrollo Económico y Sustentable de Baja California, Carmelo Zavala.
Y esto se acentúa cuando los autos no tienen catalizador.
Un automóvil que no cuenta con catalizador emite directamente a la atmósfera dióxido de carbono, nitrógeno e hidrógeno.
Para esto, Carmelo Zavala opina que estos casos tienen un impacto “muy grave” para el medio ambiente.
“Lo adecuado es que el automóvil esté en las condiciones mínimas de contaminación. Todos los autos contaminan, pero se les debe dar mantenimiento para que sea menor”, agrega Zavala.
Además, el mismo smog entra al vehículo y puede afectar al conductor, de acuerdo a Adrián.
“Sin que se de cuenta está respirando gases súper tóxicos, todo lo que el catalizador filtra”, comenta el director de Rave Catalizadores.
Y Baja California lo ha resentido.
Mexicali, la capital del estado, es la ciudad con la peor calidad del aire del país, según el Plan de Contingencia Atmosférica para la Ciudad de Mexicali de la ex Secretaría de Protección al Ambiente
Los autos irregulares, también conocidos como autos chocolate, juegan un papel en esto.
En Baja California circulan alrededor de 800 mil autos que no tienen registro, según Carmelo Zavala.
Esto significa que no han pasado o realizado una prueba de Verificación Ambiental Vehicular.
Gabriela Muñoz, directora del Departamento de Estudios Urbanos y Medio Ambiente del Colegio de la Frontera Norte (COLEF), opina que la calidad del aire en la región es mala y un factor que lo detona es la cantidad de automóviles que no están registrados no cuentan con catalizador, flotillas privadas o transporte público.
Zavala coincide con ella.
“No reciben mantenimiento y no están verificados”, comenta Zavala.
Sobre la calidad del aire en Tijuana, detalle que no es posible precisarla con estadísticas porque no existe una red de estación de calidad.
“[La contaminación] a veces es imperceptible. La gente no se da cuenta, se acostumbran a traer el carro así, pero es muy peligroso y dañino para la propia salud y sobre todo para nuestro medio ambiente”, agrega Muñoz de El Colef.
Explica que en esta frontera, la condición de Santa Ana mezcla el aire que viaja desde Los Ángeles hasta Ensenada y que Mexicali comparte su situación con Calexico.
El Programa de Verificación Vehicular Ambiental en Baja California es un programa que
ha incumplido con la expectativa ambiental, pues solo el 30% del parque vehicular lo ha ejecutado.
“Es un programa que es imperfecto pero debemos mejorarlo y no eliminarlo, estamos tratando de implementar un programa de verificación vehicular que vaya enfocado primero a las flotillas de uso intensivo: transporte público, flotillas de gobierno, flotillas de empresas porque son carros que circulan 20 hrs al día. Esto podría ser exitoso en el transcurso del año”, asegura el subsecretario.
En febrero, el Congreso del Estado aprobó la creación de la Ley del Instituto de Identidad Vehicular y Combate a la Contaminación, principalmente para identificar los autos chocolate, fortalecer el control vehicular y disminuir la contaminación del medio ambiente.
Adrián Velazco, director de Rave Catalizadores, busca que la gente conozca la importancia de reciclar sus convertidores catalíticos.
Uno de agencia cuesta entre 800 dólares hasta 2 mil 500 dólares y uno usado puede valer de 80 a 250 dólares, comenta Adrián.
En cambio, uno usado, pero que está en perfectas condiciones, se ofrece desde 30 dólares con instalación incluída en Rave Catalizadores.
“La importancia de que los vehículos cuenten con su convertidor catalítico es que vamos a vivir en un mejor medio ambiente, yo creo que es la mejor remuneración que puede tener el ser humano, que cuiden nuestro planeta”, dice Adrián Velazco.
Si tienes interés en comprar o vender convertidores catalíticos, puedes contactar a Rave Catalizadores al (664) 720 8627 o en calle Ermita Norte #3988, Tijuana, Baja California.