Unos investigadores han extendido la expectativa de vida de unos gusanos hasta en 500 por ciento: el equivalente a un humano que vive de cuatro a cinco siglos.
Para prolongar la vida del nematodo conocido como C. elegans, el equipo de científicos introdujo modificaciones genéticas en dos de sus “vías celulares”; es decir, en los sistemas de señalización biológica que las células usan para comunicarse entre sí.
C.elegans es el sujeto de estudio más utilizado en las investigaciones sobre el envejecimiento. La razón es que comparte muchos genes con los humanos y, además, vive apenas unas tres o cuatro semanas, lo cual permite que los científicos observen la manera como diversos factores genéticos o ambientales repercuten en su expectativa de vida.
Las dos vías modificadas -conocidas como vía de señalización de la insulina (IIS) y diana de la rapamicina (Target of Rapamycin o TOR)- también están presentes en las personas, y esto significa que los hallazgos podrían ser relevantes para el desarrollo de nuevos tratamientos contra el envejecimiento.
Según el estudio publicado en la edición de julio de 2019 de la revista Cell Reports, la modificación de la vía TOR, por sí sola, condujo a que la expectativa de vida de C. elegans aumentara en un 30 por ciento, en tanto que la manipulación de la vía IIS resultó en un incremento de hasta 100 por ciento. Ahora bien, tras alterar las dos vías de manera simultánea, los investigadores hallaron que la expectativa de vida experimentaba una expansión de 500 por ciento: una cifra inopinadamente elevada.
“El sinergismo produjo una extensión realmente increíble”, comentó el Dr. Jarod Rollins, profesor auxiliar de Biología y Medicina Regenerativa en el Laboratorio Biológico de Mount Desert Island (MID), en Bar Harbor, Maine, y autor principal del estudio. “El efecto no fue una suma de uno y uno igual a dos, sino el de una suma de uno y uno igual a cinco. Nuestros resultados demuestran que todo en la naturaleza está relacionado; de manera que, para desarrollar tratamientos antienvejecimiento mucho más eficaces, es necesario estudiar las redes de la longevidad, en vez de concentrarnos en vías individuales”.
En opinión de los autores, su reciente investigación podría ser el fundamento de estudios enfocados en combinaciones de vías celulares que permitan desarrollar tratamientos para prolongar la expectativa de vida saludable de las personas. De hecho, ya se están investigando varios medicamentos que tienen ese propósito.
“A pesar de haber descubierto las vías celulares que controlan el envejecimiento de C. elegans, no se ha esclarecido cómo es que interactúan dichas vías”, señaló el Dr. Hermann Haller, presidente del Laboratorio Biológico de Mount Desert Island. “Sin embargo, al caracterizar esas interacciones, nuestros científicos están allanando el camino para desarrollar terapias, muy necesarias, que contribuyan a expandir la expectativa de vida saludable de una población que está envejeciendo aceleradamente”.
A fines del año pasado, otro equipo de científicos anunció que había prolongado la expectativa de vida de unos ratones. Según el estudio publicado en la edición de octubre de 2019 de la revista Nature, los roedores no solo vivieron más tiempo, sino que su salud mejoró de manera significativa y se redujo su incidencia de cáncer y obesidad.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek
MDI BIOLOGICAL LABORATORY