La Sociedad de Actuarios de Estados Unidos publicó este martes un informe en el que analiza el impacto económico del uso no médico de opioides en ese país, y llegó a la conclusión de que, de 2015 a 2018, se gastó una cantidad calculada en 631,000 millones de dólares en hacer frente a la crisis, y que se prevé que esta cantidad aumente.
En el informe, redactado por Stoddard Davenport, MPH; Alexandra Weaver, ASA, MAAA y Matt Caverly, se analiza el costo del mal uso de los opioides en distintas áreas, entre ellas, los gastos en atención a la salud, programas de aplicación de la ley y justicia penal, y muerte temprana.
Las muertes relacionadas con el uso de opioides aumentaron drásticamente en el periodo investigado en el estudio. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades, en 2015, se reportaron 33,091 muertes por sobredosis de opioides, una cifra que aumentó a 42,249 el año siguiente.
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Los índices de mortalidad temprana representan la fuerza económica más grande en el estudio. Los autores calculan que el equivalente a 253,000 millones de dólares en productividad y ganancias potenciales desaparece de la economía estadounidense como resultado de las muertes prematuras provocadas por el uso de opioides.
La segunda área de costos más grande la constituyen los 250,000 millones de dólares en atención a la salud, que incluye el suministro de servicios de emergencia por sobredosis y la atención de bebés nacidos con síndrome de privación y de abstinencia del fármaco.
El gobierno estadounidense ha tenido que pagar un tercio del costo total, principalmente a través de Medicare y Medicaid, de acuerdo con el informe.
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Los autores también advierten que es muy probable que la cifra de 631,000 millones de dólares esté por debajo de la cifra real, ya que los investigadores no incluyeron ningún cálculo financiero de factores que no pudieron medir de manera confiable, como la pérdida de la productividad en el lugar de trabajo y la reducción de la calidad de vida.
En el estudio se utilizaron datos disponibles para proyectar un cálculo para 2019. El costo medio calculado a partir de esos datos es de 188,000 millones de dólares, lo que indica que es probable que el impacto económico de la crisis de opioides siga aumentando.
Muchos gobiernos estatales y locales recurren a los tribunales para abordar la crisis y hacer que las empresas que fabrican sus productos asuman su responsabilidad.
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El primer juicio de alto perfil de esa naturaleza comienza esta semana, cuando los condados de Cuyahoga y Summit de Ohio lleven ante los tribunales a la empresa farmacéutica Teva Pharmaceutical, a los distribuidores McKesson, Henry Schein, Cardinal Health y AmerisourceBergen, y al minorista Walgreens. Otros de los acusados en este caso, entre ellos, Johnson & Johnson y Allergan, ya han alcanzado acuerdos extrajudiciales con esos condados.
Purdue Pharmaceutical, que es uno de los más grandes fabricantes de opioides sintéticos, anunció en septiembre, en medio de una oleada de demandas judiciales, que se declararía en quiebra de acuerdo con el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos. Calculan que, después de los procedimientos legales, los activos de la empresa aportarán 10,000 millones de dólares para resolver demandas judiciales en 24 estados de la Unión Americana.
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek