La alcaldesa electa de Playas de Rosarito dice que no ha estudiado el proyecto de la planta desalinizadora, aunque la sequía y la violencia son demandas urgentes.
Araceli Brown sostiene enfática que puede hacer verdaderos cambios como alcaldesa en Playas de Rosarito, una ciudad con alrededor de 100 mil habitantes, un presupuesto anual de aproximadamente 520 millones de pesos y una larga lista de necesidades.
Y aunque el abasto de agua parece una de las necesidades más urgentes, evita pronunciarse con claridad sobre la planta desalinizadora, la solución que el actual gobierno estatal ofrece a la falta de fuentes de abastecimiento en Baja California a cambio de un contrato de alrededor de 70 mil millones de pesos a pagar en 37 años.
Entrevistada en un pequeño establecimiento comercial sobre el bulevar principal del municipio costero, en cambio defiende férreamente la ideología que la llevó al palacio municipal sin dar lugar a la autocrítica.
Dice que con su ejemplo cambiará la fama de corrupción que tiene la policía, un cuerpo de aproximadamente 120 elementos que necesita crecer y profesionalizarse.
Según sus cifras recibirá un gobierno que destina el 70% de su presupuesto a gasto corriente, habrá que esperar que la reestructura presupuestal le permita concretar proyectos.
Esta entrevista fue editada para simplificar su lectura.
—¿Ya revisó las finanzas?
—Rosarito es el municipio que menos debe, es una deuda que se viene arrastrando desde el gobierno de Hugo Torres. Ahorita nada más se deben doscientos veintitantos millones de pesos.
—Pero también tiene un presupuesto muy bajo ¿Cómo van a estirarlo si son muchas las necesidades?
—Vamos a pedirle apoyo al Congreso para que nos aumente el presupuesto, pedirle a la federación. Vamos a buscar también estancias internacionales que nos apoyen con recursos porque Rosarito tiene un rezago muy grande.
—¿Cómo están los servicios públicos?
—El 50% de Rosarito no tiene agua, no tiene drenaje. Yo calculo que es un poquito más, pero esos son los indicadores que nos dan.
—¿Y de la desalinizadora qué piensa?
—Hay que ver los proyectos primero, a ver cómo viene la controversia constitucional y cómo viene el proyecto, por que no lo conozco. Lo tengo que conocer bien, cuáles son los beneficios. Que no se nos olvide que la desalinizadora la aprobaron el PRI y el PAN. Ellos y este gobierno encabezado por Kiko Vega fueron quienes propusieron este negocio o esta asociación pública privada.
—Claro, pero en estos cambios de régimen echan abajo contratos.
—Eso le corresponde al gobierno del estado, pero primero está la controversia constitucional y el gobierno del estado es el responsable.
—¿Cree que es necesaria la desalinizadora?
—Hay que revisar como están dejando este contrato. Desconozco el tema pero no estamos en contra del progreso, tampoco si es una necesidad para los bajacalifornianos. Hay que buscar cómo hacer las cosas en provecho de los bajacalifornianos.
—¿Por qué no ha podido revisar el tema?
—Bueno yo tengo prioridades, es como dije: ¿A quien le corresponde? Al gobierno del estado.
—¿Va dejar la decisión en el estado?
—No, no voy a dejar la decisión de mi comunidad en el gobierno del estado. Lo que le corresponde al estado, lo tendrá que ver el estado, lo que le corresponde a la federación, lo tendrá que ver la federación.
—El municipio entrega los permisos de uso de suelo.
—Cuando nos toque a nosotros entonces es cuando entraré en el tema. Pero las prioridades en este momento, en las que ya estamos trabajando, es darle certeza jurídica al patrimonio familiar. Una vez dándole certeza al patrimonio familiar entra una recaudación al municipio para poder dar un mejor servicio.
—¿Es verdad que tuvo un conflicto con su hermano por la posición sobre la desalinizadora?
—No, yo no he tenido ningún conflicto con él sobre la desalinizadora.
—Que él se opone y usted la apoya.
—Él tiene derecho a oponerse a lo que él quiera, es una persona libre. Soy bien respetuosa de las posiciones políticas de cada quien.
—¿Ya conoce las condiciones de la policía municipal?
—Un cuerpo policiaco muy reducido, tenemos que aumentarlo. Pero más allá de eso tenemos que dignificar a nuestra corporación, sensibilizarla y profesionalizarla. Más que aumentar la corporación, que sí lo tenemos que hacer, es la prevención del delito. No existe la prevención del delito, tenemos que generar una dirección tal vez. Estamos analizando eso.
No tienen jubilación, que fue parte de lo que la corporación me pidió en campaña. Que se les dén prestaciones y en eso tenemos que trabajar.
—¿Cómo combatirá la corrupción en la corporación?
—Hay que romper con esos paradigmas y formar otros. Se tiene que poner el ejemplo, yo no soy una mujer corrupta, ni va a ser este el momento en el que me voy a convertir en una mujer corrupta sino todo lo contrario..
—¿Pero en la práctica cómo va a hacer?
—Por eso hay que sensibilizarlos, profesionalizarlos e incentivarlos. Entiendo que tenemos mala fama, pero toda esa mala fama la tenemos que mejorar, para eso vamos a trabajar y esa va a ser la tarea del director
—¿Ya tiene el nombre del director?
—Bueno, ya estamos trabajando en eso.
—¿Militar o civil?
—Creo que necesita una persona preparada, sensible, con ideología, con mucha tenacidad. Que sea de acción y no de escritorio. Así va a ser, estoy segura. Hay una gran problemática. Estamos haciendo un diagnóstico sobre el delito, y en Rosarito vamos por la segunda generación de reincidencia penitenciaria, ya es papá e hijos. Hicimos un recorrido por las colonias que tienen la mayor reincidencia penitenciaria y no hay parques, no hay centros comunitarios, son escasos. No hay convivencia entre los vecinos, el tejido social está descompuesto. Sé que es un reto complicado pero traemos algunos proyectos para sentar las bases.
—¿Tiene idea de cuántos policías necesitan?
—Hay que revisar. Varios de los policías que están registrados tienen incapacidad, unos tienen alguna que otra condición. Todo eso se está revisando, estamos en la transición, todavía no somos gobierno.
—La escucho repetir muchas frases del presidente Andrés Manuel López Obrador.
—Es mi maestro.
—¿Hasta donde va a gobernar usted, hasta dónde sigue la línea o puede contradecir lo que ordenen desde arriba?
—No se está ordenando nada desde arriba. Yo correspondo a una línea política que es donde me he formado y me he forjado porque creo en este tipo de política. Como crítica y buscando alternativa la encontré en una línea progresista de izquierda a la cual he pertenecido más de 24 años, y es por donde me guío y me voy a guiar. Es una cuestión ideológica.
—¿Todo lo que hace la 4T está bien hecho?
—Apenas estamos empezando, el resultado del bien y el mal, las escalas de valores son muy particulares.
—¿Cuál es su evaluación hasta ahora?
—Estamos trabajando muy bien, se han hecho cosas que en 50 años no se habían hecho, en 100. Nuestro presidente está cumpliendo con su palabra, con sus compromisos de campaña, y sé que va a hacer grandes cosas. Siempre hay quienes no están de acuerdo, pero eso es algo normal en la política.
—¿Qué imagen le gustaría que quedara de usted como alcaldesa?
—La imagen que tengo quiero seguirla conservando. Soy una persona trabajadora, honesta, honrada. No me gusta hablar de mí, suena a arrogancia, pero me conduzco con mucha humildad, soy una persona pegada al pueblo. No le tengo miedo a los niveles sociales, soy muy capaz a pesar de lo que puedan pensar muchos. Soy una mujer muy preparada y segura de lo que hace. Tengo carácter.