Prácticamente cuatro de cada diez policías en activo han sido víctimas de algún delito o conducta antisocial en el desempeño de su funciones, mientras que 90 de cada mil uniformados han sido sujetos de algún acto de corrupción, de acuerdo a información oficial del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática.
Sobre la citada corrupción, el estudio oficial hace referencia a sobornos de ciudadanos y extorsiones de compañeros policías o sus mandos superiores, mientras que el delito que con más frecuencia se comete contra las fuerzas policiales son actos relacionados con discriminación.
Frente a una comisión de delito en el momento de desempeñar sus funciones, poco o nada pueden hacer los elementos policiacos, un dato que respalda la misma encuesta estadística levantada por el INEGI respecto a las capacidades, herramientas y actividades de los uniformados y la cual revela que el 86.1% de los elementos de la policía con funciones operativas obtuvieron por cuenta propia al menos un accesorio o material de apoyo y protección para el desempeño de sus funciones.
Al respecto, se detalla que el 34.2 por ciento consiguió pos su cuenta una prenda o accesorio de su uniforme y el 4.9 por ciento adquirió de la misma forma sus armas, municiones o accesorios para armamento toda vez que sus corporaciones no les proporcionó los mismos o no lo hicieron en cantidad suficiente.
Este tipo de accesorios que los elementos tienen que adquirir por cuenta propia de acuerdo a los datos más recientes del INEGI sobre el tema de la función policial, incluyen esposas, gas lacrimógeno, chalecos, lámparas, teléfonos celulares, alcoholímetros, chalecos antibalas, pasamontañas y municiones.
Cabe destacar que el estudio del INEGI denominado ENECAP genera información estadística sobre las capacidades, herramientas y actividades de los elementos de las Policías Federal, Preventiva Estatal y Municipal, Ministerial o de Investigación Federal y Estatal.