Un tiroteo este domingo en una importante feria gastronómica en California, en el oeste de Estados Unidos, causó tres muertos y al menos 15 heridos, informó la policía.
Entre las víctimas mortales hay un niño de seis años, dijo una de sus abuelas a medios estadounidenses.
Varios agentes localizaron a un presunto autor de los disparos y lo mataron a tiros “en menos de un minuto”, dijo Scot Smithee, el jefe de la policía de Gilroy, el lugar donde se celebraba la feria, a unos 50 km al sureste de San José.
Se trataría de Santino William Legan, de 19 años, según señaló la cadena CBS.
La policía indicó que el lugar de los hechos “seguía siendo una escena de crimen”, y los agentes buscaban a un posible segundo sospechoso, indicó Smithee.
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“Creemos, basándonos en las declaraciones de testigos, que había una segunda persona involucrada, pero no sabemos en qué medida”, dijo a la prensa.
La abuela del niño muerto, Stephen Romero, afirmó en la ABC7 News que el joven asistió al festival con su madre y la otra abuela, y que falleció mientras lo trasladaban al hospital.
El presidente Donald Trump recordó este lunes a las víctimas del ataque.
“Mientras familias pasaban un tiempo juntos durante un festival local, un asesino malhechor abrió fuego y mató a tres ciudadanos inocentes, incluido un niño de corta edad”, declaró el mandatario en la Casa Blanca.
Disparos aleatorios
En imágenes del canal de noticias NBC se podía ver a gente corriendo mientras se oían disparos.
“Pude verlo disparar en todas las direcciones. No apuntaba a nadie en concreto. Sólo iba de izquierda a derecha y de derecha a izquierda”, dijo a NBC Julissa Contreras, una testigo.
Según Smithee, al parecer el sospechoso entró al recinto de la feria a través de un arroyo tras utilizar material para cortar verjas. Una vez dentro, utilizó un tipo de rifle.
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La feria contaba con estrictas medidas de seguridad, entre ellas detectores de metales y el registro de las pertenencias de los visitantes, explicó el jefe de la policía.
No se conoce aún el motivo del ataque, aunque según Smithee disparaba al “alzar”.
100,000 asistentes
El director del festival, Brian Bowe, dijo a periodistas que era “terriblemente traumático” que el ataque se produjera en el tercer y último día del evento.
“Nuestros 4.000 voluntarios locales trabajan duro y ver cómo el evento finaliza de esta manera es una de las cosas más trágicas y tristes que he tenido que presenciar”, declaró.
La feria gastronómica del ajo de Gilroy incluye actuaciones de grupos musicales y competiciones de cocina, así como lugares donde comer y beber. Cada año recibe a cerca de 100,000 personas en sus tres días de duración, según los organizadores.
Se trata de un acontecimiento importante para esta ciudad de alrededor de 50,000 habitantes.
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El gobernador de California, Gavin Newsom, dijo que el incidente era “simple y llanamente horrible”.
“Esta noche California respalda a la comunidad de Gilroy. Mi oficina está siguiendo la situación de cerca”, tuiteó.
El periódico Mercury News indicó que los hechos ocurrieron cuando la feria estaba terminando.
“Es una pistola real”
Un trabajador de la feria, Shawn Viaggi, se echó al suelo tras escuchar ruidos de disparos. “Dije: ‘esto es una pistola real, tenemos que salir de aquí’ y nos escondimos bajo el escenario”, contó al diario.
Evenny Reyes, de 13 años, dijo al Mercury News: “Estábamos yéndonos y vimos a un tipo con una bandana liada alrededor de la pierna porque había recibido un disparo. Y había gente en el suelo, llorando”.
“Había un niño pequeño herido en el suelo. La gente tiraba mesas y cortaba vallas para salir”, dijo Reyes.
“Los corazones del Departamento de Policía de Gilroy y toda la comunidad están con las víctimas del tiroteo de hoy en la feria del ajo”, expresó la policía en su cuenta de Twitter.
“Estoy agradecida a los servicios de emergencia que están en el lugar de los hechos en Gilroy y pienso en los heridos por esa violencia sin sentido”, tuiteó la senadora Kamala Harris, una de las candidatas de las primarias demócratas previas a las elecciones presidenciales de 2020.
Los tiroteos son frecuentes en Estados Unidos, pero a pesar de la magnitud de los problemas relacionados con la violencia con armas de fuego, apenas se han llevado a cabo esfuerzos para abordar esa cuestión con leyes a nivel federal.
