La Procuraduría de Derechos Humanos del Estado de Guanajuato (PDHEG) prestó sus instalaciones para hacer entrega de “doctorados” honoris causa otorgados por la Comunidad de Investigación y Emprendimiento del Norte (CIEN), una institución que no cuenta con Validez Oficial de Estudios de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
La ceremonia se llevó a cabo el pasado 16 de mayo dentro de las instalaciones de la PDHEG. En el “acto académico”, algunos empresarios, consultores y activistas recibieron sus “doctorados” por ser “guanajuatenses distinguidos por sus excelentes e invaluables aportaciones a los derechos humanos en el estado de Guanajuato”.
De acuerdo con los estatutos de la Procuraduría, las instalaciones solo pueden ser prestadas para actos académicos o de promoción de derechos humanos. Sin embargo, la solicitud para el uso del aula realizada el pasado 2 de mayo por Norma Nolasco, presidenta del Grupo Unido de Madres Solteras, fue aprobada el día 6 de ese mismo mes por la coordinadora administrativa de la PDHEG, Verónica Gutiérrez Campos.
Los acreedores al “título”
La ceremonia fue organizada por la CIEN, con la finalidad de hacer entrega a ocho guanajuatenses el “título” de doctor honoris causa.
Las instituciones que “avalaron” los grados fueron la Universidad CIEN y la Universidad de América del Norte, de las cuales no se tienen registros en la Dirección General de Acreditación, Incorporación y Revalidación de la SEP, de acuerdo con una consulta de información pública.
Los nuevos “doctores” honoris causa fueron la activista Norma Nolasco; el abogado José Francisco López Flores; el consultor J. Carmen Romero Borja; el empresario ambiental Salvador Carmona Dávila; Verónica Virrueta; Bárbara Jasso Saldaña, presidenta del Grupo Unido de Madres Solteras AC, y el empresario de medios, Jorge Rodríguez Medrano.
Las personalidades
El evento académico fue presidido por el doctor José Luis Alcántara, quien funge como director académico del campus Tijuana de la Universidad de América del Norte.
Asimismo, el “invitado de honor” fue el camerunés, Jean Louis Bingna, un exiliado político después de ser perseguido por el régimen de su nación. Además de la maestra Viviana López del Instituto Universitario de León.
Doctorados ‘patito’, escuelas ‘patito’
La Universidad CIEN y la Universidad de América del Norte ofrecen servicios educativos sin validez oficial. Como puede verse en la página web del CIEN, esta se encuentra ubicada al interior de un centro comercial sobre bulevar Aguascalientes, en la ciudad de Tijuana, y, de acuerdo con el medio PopLab, esta institución educativa no tiene Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE) en el estado de Baja California.
Pese a ello, en su oferta académica hay desde licenciaturas, maestrías y doctorados desde 34 pesos diarios.
Por su parte, la Universidad de América del Norte, con sede en la colonia Condesa de la Ciudad de México, cuenta con otros tres campus: Ixtapaluca, Xochimilco y uno más en Texas. Esta Institución tampoco cuenta con RVOE ante la SEP.
La complicidad de la Procuraduría
Más allá de la adquisición de “doctorados” honoris causa por parte de escuelas sin reconocimiento oficial, el problema radica en que la Procuraduría de Derechos Humanos del Estado de Guanajuato, gestionada por Raúl Montero de Alba, no solamente preste las instalaciones, sino que avale dichos fraudes académicos.
Ante las solicitudes de préstamo de aulas, la Procuraduría indicó que quien lo solicite debe ser una entidad de la sociedad civil debidamente constituida o una dependencia pública.
De igual manera, se requiere solicitar el espacio con 10 días de anticipación y limitarse a fines de promoción de derechos humanos o académicos.
Además, se ha indicado que es necesario especificar el uso al que se destinará y los requerimientos necesarios, por lo que se puede dar por hecho que la dependencia sabía el motivo de esta ceremonia.
Un negocio redituable
La Universidad Cien y la Universidad de América del Norte no son las únicas “instituciones educativas” que incurren en esta supuesta venta de títulos.
Ofrecer “doctorados” honoris causa a cambio de dinero, ya sea un monto fijo o cooperación voluntaria, se ha convertido en un buen negocio para otras “escuelas”, como el Instituto Mexicano de Líderes de Excelencia, el cual pide un “apoyo” en sus cuentas bancarias a nombre de Fundación Amantes de México A.C y Beatriz Alejandra Fernández López para poder recibir el grado, así como el pago de un “kit doctoral”.
Los verdaderos honoris causa
En contraste, el Consejo Universitario de la UNAM aprobó otorgar el grado de doctor honoris causa a 10 personalidades, quienes con su trabajo en las artes, en la pedagogía, las letras y las ciencias han contribuido a mejorar la vida de la humanidad.
Entre los destacados acreedores de este reconocimiento por parte de la Máxima Casa de Estudios se encuentran:
Rolando Cordera Campos, quien es licenciado en Economía por la UNAM y tiene estudios de posgrado en Economía y Sociología del Desarrollo en la London School of Economics, en Reino Unido.
El economista ha ocupado cargos en el gobierno mexicano. Asimismo, es profesor e investigador en diferentes universidades y ha participado como consultor en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la Organización Latinoamericana de Energía y la CEPAL.
Julia Carabias, maestra en Ciencias biológicas por la UNAM, es otra de las merecedoras de este título. Entre sus muchas acciones destaca que junto con profesores y estudiantes promovió que se decretara la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel.
Además, ha participado como miembro de la Comisión sobre los Países en Desarrollo y el Cambio Global y recibió la Medalla Belisario Domínguez 2017, otorgada por el Senado de la República.
Otro ejemplo es la doctora en Psicología Social por la UNAM, María Elena Medina Mora, actualmente coordina el Centro de Investigación en Salud Mental Global.
Asimismo, es presidenta del Grupo Técnico Asesor de la Organización Panamericana de la Salud en política de alcohol y copresidenta de la Red Informal de Ciencia de la Oficina de Control de Drogas de Naciones Unidas y de la Organización Mundial de la Salud.